Pese a que está constatada la existencia de tres imprentas en Yecla en 1857, no hay noticias de la aparición de prensa hasta 1873, año en el que se editó un periódico llamado El Municipio. Las únicas referencias sobre el mismo se reducen a varios sueltos que aparecen en La Paz de Murcia, en los que este diario recoge algunas informaciones ofrecidas por el periódico yeclano.

    No existen datos sobre la aparición de más periódicos hasta 1880. Durante esta década se editaron varias publicaciones, cuyo nombre y descripción ha llegado hasta nuestros días gracias a los artículos escritos en 1928 por Fausto Ibáñez, la primera persona que elaboró una relación de publicaciones periódicas yeclanas. Ibáñez (quien desconocía la existencia de El Municipio) afirma que el periódico más antiguo de Yecla se llamó El Eco Regional. Esta publicación, que editó su primer número el 22 de enero de 1880, era de pequeño tamaño y se imprimió en una tipografía propiedad del Colegio de Escolapios. El Eco Regional fue fundado por el abogado Miguel Payá Santonja. Además participaron en la redacción, Antonio Palao, Mariano Navarro y muy probablemente, Carlos Lasalde Nombela, Rector de los Escolapios. El Eco Regional, que tenía carácter científico, literario y agrícola, publicó unos 20 números. Estos ejemplares se conservaron durante varios años en una colección completa, pero no han llegado hasta nosotros.

    El 1 de mayo de 1881 el propio Miguel Payá fundó El Sastre del Campillo. El nacimiento de este periódico coincide con el ingreso de Payá en la alcaldía. Por tanto, esta publicación está directamente vinculada con los intereses políticos de su propietario, de ideología liberal. Fausto Ibáñez indica que los contenidos estaban escritos en forma de diálogo. El Sastre del Campillo tuvo una vida muy corta. No se conserva ningún ejemplar.

Crónicas de Yecla

    En agosto de 1881 apareció Crónicas de Yecla, un periódico político, defensor del Partido Conservador, que tenía como objetivo contrarrestar la propaganda del periódico de Miguel Payá. Esta publicación fue fundada por Francisco Martínez-Corbalán, un antiguo alcalde de Yecla, y tuvo que imprimirse en Villena, debido a que se le negó el permiso gubernativo para hacerlo en Yecla. Crónicas de Yecla sacó a la calle unos 20 números. A partir de su desaparición se abre un paréntesis en la historia de la prensa yeclana, pues no existen noticias sobre la publicación de otros periódicos hasta 1888.

    En 1883 accedió a la alcaldía de Yecla Epifanio Ibáñez Alonso, quien acometió una serie de infraestructuras que transformaron el paisaje urbano. Durante esta época se inicia la construcción del Teatro Concha Segura, el Casino Primitivo, la Lonja y se reedifica la Casa Consistorial. En estos años, en los que la economía yeclana vivió un periodo próspero, se acrecientan las diferencias entre los defensores de estas reformas y quienes acusan al alcalde de desatender las carencias básicas de los ciudadanos.

El Correo Regional

    Las diferencias se trasladaron a la prensa. En 1888, muy probablemente en el mes de enero, comenzó a publicarse El Correo Regional, semanario político de ideología conservadora, fundado por Angel Vinagre Alonso, Rector del Colegio de Escolapios, y dirigido por su hermano Ildefonso. Según afirma Aniceto López Serrano, uno de los motivos que impulsaron el nacimiento de este periódico fue la decisión del alcalde de retirar la subvención anual que el Ayuntamiento había abonado a los Escolapios desde su fundación. A lo largo de su trayectoria, El Correo Regional denunció la gestión municipal. Por este motivo se tuvo que imprimir en Villena. Este semanario mantuvo relación con otros periódicos de la región, como lo demuestra el hecho de que en 1889 se adhiriera al Sindicato de la Prensa Provincial. El Correo Regional editó 89 números. Se trata del periódico más antiguo de la ciudad del que se conservan ejemplares.

    Las críticas de El Correo Regional a la gestión municipal impulsaron al propio Ibáñez Alonso a fundar un periódico. Se trata de La Verdad, una publicación quincenal que vio la luz en diciembre de 1888. Se componía de entre ocho y doce páginas a tamaño folio. Visualmente se caracterizaba por una portada llamativa, en la que destaca Ceres, Diosa de la Agricultura, situada sobre un pedestal, portando el escudo de la ciudad en una mano, y un manojo de espigas de trigo en la otra, mientras que a su alrededor aparecen varias herramientas agrícolas. La Verdad, que tenía una clara intención propagandística, sólo editó 22 números. La publicación desapareció tras la marcha de Ibáñez Alonso de la alcaldía. A finales de 1890 Ángel Vinagre fue trasladado a Úbeda. De este modo acabó un enfrentamiento personal que durante varios años mantuvo en tensión la vida política y social de Yecla.