Los orígenes del municipio datan de los tiempos de la dominación musulmana, denominándose en esta época "Benmur". En 1505, el Papa Julio II, crea los curatos de los pueblos del Valle, y la villa pasa a tomar el nombre Villanueva del Valle de Ricote.
Villanueva (2.524 habitantes), se encuentra enclavada en el Valle de Ricote, en la margen derecha del río Segura, asentándose sobre una loma que eleva el casco urbano 50 metros sobre el río y su entorno es un vergel de frutales y palmeras.
Destacan en su economía los cultivos de frutales y cítricos, los almacenes de envasado de productos agrícolas, así como las industrias derivadas de la construcción,
desarrollándose en los últimos años una decidida apuesta por convertir la localidad en un destino turístico atractivo, dadas sus potencialidades para el turismo rural.
La gastronomía de Villanueva es fruto de la mezcla de la cocina mediterránea y la heredada de su pasado islámico. Son platos tradicionales, el guiso de trigo, el pebre, el arroz y conejo,
la olla de cerdo, el arroz y habichuelas, además de los frutos de la huerta (naranjas, ciruelas, albaricoques, melocotones).
Las fiestas más significativas de la población son las Patronales en honor a San Roque y Nuestra Señora de la Asunción, que se celebran en agosto y, sobre todo, las celebraciones de Semana Santa que atesoran una tradición de más de 200 años.