En 1850 habitaban Puerto Lumbreras unas 600 personas. La mayoría tenían su residencia en casas-cueva de la montaña. El Cerro de Nogalte presidía el el pueblo, con los restos del Castillo en ruinas. A sus pies había comenzado una ocupación urbanizada en torno a edificios importantes como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y el mercado. Su economía se basaba en el comercio de su artesanía y los excedentes de la agricultura.

  Proceso de independencia de Puerto Lumbreras

  El primer acercamiento de Puerto Lumbreras hacia su independencia fue en el año 1812. Las Cortes de Cádiz y su Constitución liberal establecían que las poblaciones con más de 1.000 habitantes debían crear Ayuntamientos propios. Se iniciaría un proceso constitutivo que no llegó a materializarse, debido a la restauración de la monarquía absoluta con Fernando VII. Tendrían que esperar hasta el decreto del 7 febrero 1958, cuando Puerto Lumbreras se hizo municipio independiente, separándose de Lorca.

  Evolución y reveses de la economía

  Puerto Lumbreras padeció las consecuencias de no tener recursos hídricos abundantes para la agricultura de regadío hasta la llegada de infraestructuras modernas de canalización y trasvases. Los brotes de filoxera en la vid francesa, a mediados del XIX, ocasionaron la pérdida de cosechas y la demanda de este producto. En varias áreas de la Región de Murcia se instauró el cultivo de la uva. La plantación de grandes extensiones de viñedos en este periodo ocasionó como contrapartida una deforestación del entorno. La evolución de los cultivos se ha ido adaptando a la demanda del mercado. Algunos productos típicos de la zona fueron el almendro y la tápena. Actualmente se ha impuesto la plantación de lechugas, melones y flores.

  La comarca posee una fuerte tradición ganadera, basada fundamentalmente en el sector porcino. El Ayuntamiento creó el Mercado Comarcal del Ganado para concentrar la compra-venta de animales en el recinto y no en la Rambla. Además, se desarrollaron las Ferias de Mayo, celebradas el día de la Cruz, y la llamada Feria Chica. Esta última tiene lugar el último día de noviembre (San Andrés), y en ella los marchantes y propietarios de caballerías se congregan para la compraventa de ganado. Es sin duda, la más importante de la comarca.

  Un pueblo y un camino

  Puerto Lumbreras se convirtió en un nudo de comunicaciones importante cuando los trazados de las carreteras N. 340 (Cádiz-La Junquera) y la N. 342 (Jerez-Cartagena) confluyeron en su municipio. Como consecuencia del flujo de mercancías y personas, una nueva economía de servicios se desarrolló emergentemente. A ello se debe el elevado número de plazas hoteleras y la construcción de un Parador Nacional de Turismo, además de restaurantes de buena calidad. La hospitalidad de los lumbrerenses se popularizó a ambos lados de la frontera murciano-andaluza.

  Pero la Rambla de Nogalte no siempre ha sido aliada de Puerto Lumbreras. La disposición del sistema de avenidas y escorrentías, que confluían en la rambla, la convertían en muy peligrosa por sus violentas avenidas. El espacio de la Rambla solía ser aprovechado para la celebración de mercados y festejos. El 19 de octubre de 1973 la Rambla de Nogalte fue escenario de una verdadera tragedia cuando una súbita riada se llevó por delante a los vecinos congregados allí. El número de fallecidos superó la centena.

  En la actualidad, las antiguas vías de comunicación se han transformado en las Autovías del Mediterráneo E-15 y A-92 Norte. Como las circunvalaciones dejan el tránsito fuera del casco urbano se han resentido el comercio y la hostelería de la villa. Sin embargo, la construcción de esta moderna autovía del Mediterráneo trajo consigo la corrección de las ramblas y la pérdida de parte del peligro de las avenidas.