Capilla [Iglesia de San Juan Bautista]
Capilla

La iglesia de San Juan Bautista existe en Murcia desde los tiempos de la Reconquista, con el nombre de San Juan del Real. Fue una de las pocas que se levantaron extramuros de la ciudad, donde Jaime I acampó su ejército hasta el día de la rendición de ésta. Desde entonces no se tiene noticia alguna hasta que aparece el primer libro de bautismos donde se fecha la primera partida de bautismo inscrita el día 16 de junio de 1591, y firmada por el entonces cura don Jacobo Cuellar.

Cambió su nombre de Real por el de Bautista, con motivo de su reconstrucción a finales del siglo XVIII, por iniciativa del conde de Floridablanca protector de la iglesia y ferviente devoto de San Juan Bautista, cuyo palacio y jardines daban a la plaza de San Juan. La casa del conde de Floridablanca, modelo de palacio neoclásico murciano del siglo XVIII, obra del arquitecto Ramón Berenguer, ha sido rehabilitada como hotel.

También el obispo don Manuel Rubín de Celis colaboró en dos ocasiones, la primera en 1774 y la segunda en el año 1782, para contribuir a la conclusión de las obras de la iglesia. Se abrió al culto nuevamente el día 28 de agosto de 1777, llevando los Santos Sacramentos el obispo Rubín de Celis, y en acción de gracias su retrato de medio cuerpo y tamaño natural estaba en la sacristía.

A finales del siglo XVIII  el párroco de la iglesia de San Juan Bautista, en aquel momento don Juan Abellán Tello, solicita al Ayuntamiento la concesión de un trozo de terreno a beneficio de la iglesia, desde la torre hasta la casa de don José Merelo en la calle Poco Trigo. Don Mateo Cevallos, regidor, y don Carlos Muñoz, jurado, informan que es perjudicial dicha concesión para el público y porque estrecha la calle, causando una deformidad notable, pudiendo poner en ella un cuadro de las Benditas Ánimas, con dos luces como hay en otras iglesias parroquiales.

Hecho anecdótico es que durante la Guerra Civil española, fue habilitada para cárcel (9-XII-1936).

Como personaje fundamental en la Historia de esta paróquia es ineludible mencionar al Conde de Floridablanca, primer ministro de Carlos III. Costeó parte de las obras de edificación de la iglesia, estando enterrado el padre de éste en ella.