Juan de la Cierva Peñafiel fue uno de los personajes murcianos más relevantes del siglo XX. Licenciado en Derecho, pronto comenzó una meteórica carrera política que le llevaría en más de una ocasión a ser ministro durante los gobiernos conservadores de Maura, bajo el reinado de Alfonso XIII.

    Como diputado en Madrid por la provincia de Murcia, luchó por sacarla de su atraso y dotarla de mejores infraestructuras, siendo precisamente Archena una de las villas beneficiarias de su política.

    Sus convicciones y fuerte personalidad le implicaron en delicadas situaciones, tales como la Semana Trágica de Barcelona en 1909 o la marcha del monarca Alfonso XIII tras la victoria republicana en 1931.

    Sin embargo, ello mismo le sirvió para ser reclamado como hombre capaz y competente en otros complicados momentos de la historia española durante los últimos años de la Restauración.

Juan de la Cierva Peñafiel. Murcia, 1864 - Madrid, 1938.

Estudios e inicios en la política

    Hijo de Juan de la Cierva Soto y de Petronila Peñafiel Fernández, comenzó sus estudios de educación primaria en Murcia. Posteriormente marchó a Madrid con el fin de cursar el bachillerato e iniciar su carrera de Derecho, la cual terminaría en Bolonia tras obtener el título de Doctor.

    De vuelta a España, contrajo matrimonio con María Codorniú Boch, con quien tuvo dos hijos: Juan de la Cierva y Codorniú, ingeniero de caminos e inventor del autogiro; y Ricardo de la Cierva, que seguiría los pasos de su padre como jurista.

    Juan de la Cierva ingresó en el partido conservador de Cánovas del Castillo y se presentó en las elecciones de 1890 como diputado provincial por el distrito de Mula, siendo finalmente elegido e iniciando así su carrera política.

Cumbre de su carrera política: ministro de Alfonso XIII

    Terminado su periodo de diputado provincial fue elegido concejal y luego alcalde de la ciudad de Murcia en 1895. Al año siguiente fue elegido diputado a Cortes por el distrito de Mula, situación que seguiría repitiéndose ininterrumpidamente hasta 1923.

    Durante su periodo como diputado, Juan de la Cierva fue nombrado Director General de Registros en el Gobierno Silvela. En 1903 ocupó el cargo de gobernador civil de Madrid y en 1904 alcanzó su primer ministerio, concretamente el de Instrucción Pública.

    Tras el paréntesis liberal entró nuevamente en el gobierno, esta vez de la mano de Maura, con la cartera de Gobernación en 1907. Abandonó el cargo tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona de 1909, y la posterior ejecución del anarquista Ferrer i Guardia.

    Alejado de las responsabilidades de gobierno, de la Cierva tuvo tiempo de dedicarse a cuestiones más directamente relacionadas con la provincia de Murcia. En este sentido, Archena fue agraciada por los intentos de la Cierva de modernizar la provincia.

    Juan de la Cierva estaba unido a este municipio por poseer grandes extensiones agrícolas en la pedanía de La Algaida. Consiguió para esta localidad la construcción de las oficinas de correo y telégrafo, por lo que fue proclamado en 1915 Hijo Pródigo de la villa como muestra de agradecimiento.

    Tuvieron que pasar ocho años para que de la Cierva volviese a entrar en algún gobierno conservador, concretamente en 1917 como ministro de la Guerra en el gobierno de concentración de García Prieto durante la crisis de 1917. Su papel en esta ocasión fue el de hombre de confianza de los militares que habían creado las Juntas de Defensa.

    Tras sobreponerse a la crisis, de la Cierva pasó por la cartera de Hacienda en 1919 y de Fomento en 1921. Esta último cargo lo abandonó ya que Maura le volvió a ofrecer el ministerio de la Guerra ante otra situación de crisis nacional, cargo que desempeñó entre 1921 y 1922.

    Con el golpe de Estado del general Primo de Rivera en septiembre de 1923 y la posterior instauración de la Dictadura, de la Cierva se vio alejado de la vida política hasta el año 1930, en el que nuevamente entró a formar parte del último gobierno de la monarquía, presidido por el almirante Aznar, quien le puso al frente de ministerio de Fomento.

Decepción en sus últimos años

    Tras la victoria de los republicanos en las elecciones de 1931 y la proclamación de la II República, de la Cierva trató de evitar por todos los medios la marcha de Alfonso XIII al exilio, pero fue inútil. Tras la marcha del rey, él también decidió marchar al extranjero, concretamente a Francia, donde escribió sus memorias, Notas de mi vida, que fueron publicadas a título póstumo.

    Regresó del país galo en 1933 para votar en las elecciones de aquel año. El triunfo de la derecha sirvió para que alternase su estancia en Francia con largas temporadas en España. Fue precisamente en uno de esos periodos de visita cuando le sorprendió en Madrid el estallido de la contienda civil en 1936, encontrando refugio en la Delegación Noruega, lugar en el que acabaría muriendo el 11 de enero de 1938, alejado de su familia.


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Fuentes

  • PÉREZ GÓMEZ, A., Don Juan de la Cierva. Ministro de Alfonso XIII (1864-1938), Academia Alfonso X el Sabio, Murcia, 1965.

  • SÁNCHEZ MAURANDI, A., Don Juan de la Cierva, Murcia, 1962.

  • SERRA RUIZ, R., Juan de la Cierva, jurista murciano, Murcia, 1962.