Julián Alcaraz

Julián Alcaraz (1876-1952)

Nació en Murcia, un 18 de julio de 1876. Desde muy pequeño mostró un gran interés por la figura del toro y su lidia, devoción que trasladaría a sus pinturas, también, prontamente dadas sus cualidades pictóricas innatas.

A los diecisiete años pintó su primer cartel de feria taurina, concretamente el que se le encargó para la feria de Sevilla y en 1902 pintó el cartel de toros para la feria de Alicante.

Es por ello que la Casa Ortega, especializada en carteles taurinos, no tardó en tenerlo en su plantilla.

Pronto sus toros de movimientos atrevidos y cabezas admirables eran expuestos en los comercios murcianos.

Círculos taurinos

Entre 1908 y 1918 residió en San Sebastián, años en los que vivió en pleno contacto con multitud de figuras del mundo del toreo, ganaderos y aristócratas, personas con las que, además de amistad, le unió una relación de artista-cliente, ya que eran los principales compradores de su obra.

Trabó amistad con Joselito, los Bienvenida, Ignacio Sánchez Mejías, los Dominguines y Parrita, además de intelectuales amantes de la tauromaquia como José María Cossío.

Premios

Ganó diversos premios gracias a su obra de cartelería para las ferias taurinas, como el primer premio del concurso de carteles taurinos de Pamplona en los años 1911 y 1924. Sus carteles abarcaron las ferias de ciudades como San Sebastián, Pamplona, Bilbao y Murcia.

La obra en lienzo, dedicada también al toro, fue apreciada en ciudades extranjeras como Lima, México, Caracas, Londres o París, y aún hoy sus cuadros forman parte de muchos catálogos de subastas de arte.

Alcaraz se atrevió con el retrato, pintando a alguno de sus amigos toreros como Ricardo Torres "Bombita" o el "Gallo".

Su figura, vestida con traje de chaqueta, sombrero oscuro y clavel rojo en la solapa, estaba presente en diversos ambientes artísticos de Murcia, ya que asistía con asiduidad a las tertulias del Casino, de la Sociedad de Cazadores o del Círculo de Bellas Artes.

Pintor de referencia

Su obra fue admirada por muchos colegas, entre ellos el también el pintor de escenas taurinas Sánchez del Palacio o el escultor Benlliure. Este último apreciaba del pintor murciano su peculiar técnica, que consistía en realizar modelos de toros en arcilla para posteriormente pintarlos.

En el año 1952, y tras diversos achaques que minaron su salud, Julián Alcaraz fallecía en la ciudad de Murcia, a los 76 años de edad.