Mula

Los fotógrafos Cristina Gutiérrez y Juan Mantilla ofrecen su personal visión de los edificios más destacados, su color y sus detalles 

Ambos fotógrafos se unen por vez primera en un proyecto centrado en la arquitectura barroca muleña.

Sin ponerse de acuerdo, ambos fotógrafos han coincidido en varias ocasiones al retratar los mismos lugares y rincones. Sin embargo, el resultado son dos series muy personales y diferentes, pero que dialogan entre sí, centrándose en los contrastes cromáticos, los voladizos de los aleros, las sombras e incluso las huellas del paso del tiempo que confieren al casco histórico de Mula una singularidad en la que no todos los visitantes reparan.

La exposición se podrá visitar en el Museo ‘El Cigarralejo’ de Mula hasta el próximo 14 de mayo.

El Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo de Mula permanece abierto de martes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas, y los sábados, domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.

El segundo domingo de cada mes, con motivo del Mercadillo Artesanal ‘Las Cuatro Plazas’, el museo amplía su horario media hora y ofrece asimismo visitas guiadas a las 11:00 horas, 12:00 horas, 13:00 horas y 13:45 horas.

BREVE BIO

Cristina Gutiérrez (Mula, 1977) está relacionada con el mundo de la fotografía desde la infancia gracias a su padre. Estudió Comunicación Audiovisual, y se especializó en los reportajes, que compatibiliza con sus fotografías más personales en blanco y negro. Este proyecto de exploración en torno al color de su ciudad constituye un nuevo desafío para ella, ya que ha mezclado su experiencia y su sensibilidad para ir más allá de una visión descriptiva de su entorno cotidiano. 

Juan Mantilla (Santander, 1955) reside en Madrid y combina su vocación fotográfica con su profesión de abogado urbanista, por lo que la arquitectura y los espacios urbanos siempre han sido objetivos de su cámara. Descubrió Mula en 2015 tras una exposición realizada en El Cigarralejo, y en el municipio murciano descubrió una arquitectura completamente distinta en la que destaca la riqueza de los colores vivos de las fachadas.