Sobre el Quípar [El Escobar]
Sobre el Quípar
Río Quípar [El Escobar]
Río Quípar

El Escobar queda emplazada en terrenos del subético, en un triásico donde los cerros muestran unas areniscas rojas micaceas, unas rocas muy interesantes para ciertos elementos que deben aguantar temperatura como las dispuestas en los antiguos hornos de pan y las utilizadas en las fraguas como piedras de amolar, para sacar filo a las hojas.

La retama

El topónimo, como también ocurre con La Carrasquilla, hace referencia al cytisus scoparius, retama utilizada para la fábrica de escobas de todo tipo y cuyas flores se solían degustar aliñadas con salmueras y vinagre, a modo de alcaparras. También era utilizado el jugo de esta retama para el aliño de las aceitunas de sabor amargo, una especialidad dentro del mundo de los encurtidos.

Río Quípar

El río Quípar queda al norte de la villa, la cruzan varias veredas que se distribuyen entre sus parajes y cerros, de entre los que destaca la Sierra de la Muerta y el famoso barranco del Padre Pecador, una rambla habitualmente seca. Una de las vías verdes hace un interesante recorrido que bordea los restos de la antigua ciudad de Begastri.

Hoy día el paisaje básico de El Escobar es el de las tierras de cultivo de frutales de regadío como los cítricos, albaricoqueros o granados y de secano como el olivo.

Flora y fauna

Junto a las especies agrícolas se distribuyen formaciones de coníferas, pino carrasco y cipreses fundamentalmente, y gran cantidad de monte bajo donde el esparto es la planta protagonista. Es también frecuente ver entre las paredes de los barrancos grandes formaciones de paleras de higos chumbos, un fruto muy apreciado en el lugar.

Las aves predadoras se dejan ver desde alguno de los parajes de El Escobar, si bien no todas tienen su área de nidificación entre sus veredas y lomas. Especies como el búho real, el búho chico, el gavilán, el azor, el águila calzada, el cernícalo, el halcón peregrino, el águila real, el ratonero o el águila culebrera.

Tejones, jinetas, hurones, jabalíes, gatos monteses, perdices, liebres, conejos y codornices son otras de las especies más singulares que se pueden encontrar entre las calizas rojizas de la sierra de Muerta o las lomas de Casas de Doña Bernarda