Las pinturas conservadas en los Abrigos de la Fuensanta corresponden al arte levantino, representaciones de tipo naturalista que reflejan aspectos etnográficos y de la vida cotidiana de unas sociedades que están en pleno proceso de transformación.

El primero de los abrigos tiene más de 4 metros de profundidad por 8 metros de abertura de boca. Conserva cinco motivos en color rojo, dos de ellos irreconocibles, otros dos son una serie de trazos verticales y el último de ellos es un arquero, pintado sólo hasta la cintura y con la mano derecha levantada.

El abrigo II es una pequeña cavidad, de sólo 2 metros de ancho en la que se puede encontrar tres motivos pintados al fondo de la covacha; son dos figuras humanas, una de ellas un posible arquero, y una tercera representación cuyo estado de conservación impide identificarla.

El abrigo III, alejado a unos 40 metros del anterior y localizado en un cantil rocoso, no es más que una pequeña hornacina. Sólo se han podido documentar dos motivos, mal conservados; uno de ellos es un cáprido y el otro una figura humana.

Por último, el abrigo IV, el de mayores dimensiones (13 metros de abertura de boca por 6,80 metros de profundidad) presenta cinco motivos pintados: dos arqueros, unos trazos verticales que podrían ser otra figura humana y otros dos motivos indeterminados.