La Ermita de San Roque está situada en el barrio de su mismo nombre. Se trata de una obra simple de líneas y corta de espacios.

Su construcción se remonta de 1835 a 1850, aunque la devoción al santo patrón fue muy anterior, allá por el siglo XV. Guarda esculturas procesionales del autor molinense Bernabé Gil.

Destacamos la imagen de San Roque, para la cual se inspiró en la obra de Salzillo de 1757 por encargo del gremio del alpargatero de Murcia. Porta como signos iconográficos túnica, esclavina y manto; le acompaña un ángel y un perro con un pan en la boca.