Talla realizada en madera.

Se trata de Cristo crucificado. La cabeza  aparece ligeramente inclinada hacia el lado derecho y hacia abajo. La mirada pérdida en el infinito, como la de un ser que está próximo a la muerte. Es un rostro muy dolorido, prueba de ello es la expresión de las facciones en torno a la boca abierta. Gesto que muestra un profundo sentir. Hay sangre en la frente como consecuencia de la corona de espinas que le han impuesto, estrujando su cerebro y sus sienes. Como prueba del  martirio además aparece la sangre que le sale al Cristo por los oídos. Su cuerpo, en general, está magullado y ensangrentado. El paño de pureza está anudado en el centro, los pliegues son muy simétricos.

La anatomía esta perfectamente conseguida. Destaca la magnífica expresividad del rostro.

Los brazos son móviles, hecho que le permite ser expuesto en forma yacente representando al Cristo muerto. Esta doble disposición de la escultura ha influido en el modo de hacer de los pies. Estos no están cruzados como en la mayoría de los crucificados, sino que aparecen dispuestos en paralelo. Los brazos son rígidos, sin articulación en el codo.

Observaciones

Fue realizado por la escultora Concepción Cuesta, previo encargó de Matías Martínez Carbonell, quien lo regaló a la parroquia de Santiago Apóstol de Lorquí.

Nombre: Cristo Crucificado

Objeto: Escultura.

Autor:  Concepción Cuesta

Fecha: Siglo XX

Ubicación: Iglesia de Santiago Apóstol