Primeros Pobladores.

Desde época prehistórica el Valle del Guadalentín fue aprovechado como área de asentamiento por el hombre, ello se debió fundamentalmente a la proximidad del agua, recursos naturales próximos y a que era una importante vía de comunicación que conectaba el sudeste con las tierras Altas de Andalucía. Estos factores condicionaron y facilitaron el asentamiento de números hábitat que ya desde la Prehistoria poblaron este valle y que se manifiesta en los abundantes restos arqueológicos que en la actualidad se documentan en Lorca, que se ha convertido en el municipio con más yacimientos localizados en la Región de Murcia.

En Lorca el asentamiento más antiguo se remonta al Calcolítico, los restos hallados en el Barrio de San Juan y en la Iglesia de las Madres Mercedarias así lo muestran. Sin embargo, estos restos, en su mayoría cerámicas o huellas de postes o fondos de cabaña, son escasos porque han sido reutilizados por los sucesivos ocupantes de la ladera del Castillo.

En la Edad del Bronce podemos seguir constatando la ocupación del área de la actual ciudad; de Cultura del Argar se han documentado numerosos restos arqueológicos; casas destinadas tanto a vivienda como a lugar de trabajo (halladas en el transcurso de la excavaciones de Iglesia de las Madres Mercedarias), numerosas tumbas documentadas en la excavación de numerosos solares y gran cantidad de restos cerámicos, utensilios de trabajo y objetos de adorno conservados y expuestos en la actualidad en el Museo Arqueológico de Lorca.

Con la desaparición de la cultura del Argar, ya a avanzado el segundo milenio a.C. entramos en un período de oscuridad del cual no se tienen muchas noticias arqueológicas en Lorca pero que da a paso al asentamiento ibérico que ha aportado impresionantes materiales arqueológicos que testimonian una vez más la gran importancia que ha tenido Lorca a lo largo de toda su Historia.