Fuente Álamo

La iglesia de los fuentealameros

Los vecinos de la villa acogieron como patrón del pueblo a San Agustín desde que los primeros hombres asentados en la 'Fuente del Álamo' decidieron construir un templo parroquial bajo su advocación en el siglo XVI.

Se desconoce el verdadero motivo por el que esos hombres del quinientos decidieron erigir su iglesia bajo el nombre de San Agustín y elevarlo como su patrón. En el pueblo ya existía veneración por otras imágenes como la de San Roque, la Virgen de la Concepción o a la Virgen del Rosario.

Era el año 1545 cuando comienza a construirse la edificación. Pero sería en 1582, año en el que se inauguró la parroquia, el momento en el que se otorga a San Agustín el patronazgo de los fuentealameros, que sigue vigente hoy día.

La figura de San Agustín

La biografía de San Agustín ha sido muy estudiada por teólogos y filósofos, por ser uno de los padres de la Iglesia, además de atesorar ricas experiencias vitales y legar importantes escritos. Se ha dicho que la historia de San Agustín es 'la historia de una inquietud', en una incesante búsqueda de la verdad.

San Agustín llevó una vida disipada y turbulenta hasta encontrarse con la llamada de Dios. Bautizado a los 33 años en Milán por San Ambrosio, San Agustín, nacido en Tagaste en el 354, se verá atraido por la vida monástica y espiritual que le conduciría a convertirse en Obispo. Murió en Hipona un 28 de Agosto del 430 mientras la ciudad era atacada por los vándalos.

Sus pensamientos, actitudes y preceptos han quedado reflejadas en los tratados y cartas que él mismo firmó, llegando a configurar lo que ha sido conocida como 'Regla de San Agustín'.

Destaca de su prolífica obra filosófica su Ciudad de Dios o Confesiones, que a tantos estudiosos de la materia han inspirado.

Las imágenes del Patrón

La originaria imagen de San Agustín fue realizada en el siglo XVII. Estaba labrada en madera policromada y portaba el emblema de la ciudad de Dios y un báculo de plata. Desaparecido el primitivo San Agustín de Fuente Álamo, fue el famoso escultor murciano Salzillo quien en el XVIII esculpe una nueva imagen para los fuentealameros. Realizada también en madera policromada, la figura del santo patrón llevaba una pluma en la mano derecha y un libro en la izquierda, simbolizando el empeño literario de este miembro de la Iglesia Católica. Además estaba ataviado con el vestido pontifical y adornado con diadema y báculo.

La obra de Salzillo desaparecería durante la Guerra Civil Española, aunque en 1940 llegaría a la villa la nueva imagen del Patrón, realizada por Sánchez Lozano. Esta figura es con la que se cuenta hoy día.