Celebración: 24 de agosto.

El Sabinar celebra sus fiestas patronales el 24 de Agosto, festividad de San Bartolomé, de quien circula la leyenda de su aparición a un pastor sobre una sabina. Sin embargo, la leyenda más popular en El Sabinar en torno a la figura de San Bartolomé reza lo siguiente: el Señor tenía atado atado al diablo en la Casa de Cristo, el diablo se soltó de sus cadenas y se escapó y Dios mandó a tres santos a buscarlo, a San Pedro, a San Juan y a San Bartolomé. San Pedro se quedó descansando en Bejar, San Juan con la compañía de las jóvenes de otra aldea, y sólo San Bartolomé quedó persiguiendo al diablo, a quien dio caza en los riscales de El Sabinar, donde lo encadenó.

Como es habitual en Moratalla, las fiestas tienen su expresión más festiva y popular en la suelta de vaquillas y en los encierros, en este caso por las calles de la pedanía.

Es costumbre el día de la fiesta mayor "indultar" al diablo que San Bartolomé lleva a sus pies, soltándole la cadena que lo ata, pero atando a su vez un nudo a un pañuelo para conjurarlo y evitar que haga fechorías.

Uno de los días de fiesta, al anochecer, salen en procesión el patrono, talla de estilo salcillesco, junto a la Virgen de la Rogativa, advocación mariana de estas tierras desde el siglo XVI. Esta romería es de gran tradición en la pedanía, dando al ambiente de verbena y fiesta el toque de devoción religiosa que toda fiesta popular posee.

Es costumbre desde antaño que la Virgen de la Rogativa pase los días de fiesta de El Sabinar en el pueblo. De esta manera los sabinareños perpetúan la tradición religiosa de las fiestas locales basada en el hecho de que los patrones de los pueblos siempre estén acompañados de la "patrona", sea cual sea la advocación mariana que se estile en cada villa, un hecho que puede verse repetidamente en muchas pedanías del noroeste de la Región de Murcia.

Otro de los momentos que celebran los vecinos de El Sabinar con verdadero fervor, es la visita de la reliquia de la Vera Cruz de Caravaca, entendida como la "Cruz de los Impedidos". Como explica el cronista de la villa Oscar García, por el mes de mayo, mes de la fiestas de la cruz en todos los rincones católicos, la Vera Cruz de Caravaca hace una visita a los pueblos vecinos de la comarca con el objeto de llegar hasta los enfermos e impedidos que no pueden visitar la reliquia en su santuario caravaqueño. La reliquia va escoltada y llevada bajo palio por las calles y plazas de la villa hasta llegar a la ermita de San Bartolomé.

Las fiestas de El Sabinar, tal y como se conocen hoy día, datan en sus usos y costumbres más folclóricas del año 1935.