El molino está situado en el paraje denominado La Huerta, a él se llega por la entrada principal de Cieza que entra por la carretera nacional, tomando la primera calle a la derecha, antes de comenzar el paseo.

Se trata de uno más de los varios molinos harineros existentes en el municipio de Cieza. Su lamentable estado de conservación no impide que tenga una dilatada historia que hunde sus raíces en el siglo XVII.

El molino a pesar de su largo uso en el tiempo, no pudo resistir a la revolución tecnológica del siglo XX y pronto fue abandonado llegando al estado actual de deterioro.

Es un molino harinero que se mueve por la fuerza del agua. Ésta le llega al molino desde un nacimiento de agua que antiguamente brotaba unas decenas de metros, este agua se encauzaba y llegaba hasta él a través de un pequeño canal, que a lo largo de su recorrido había ganado altura al molino cayendo con fuerza en el cubo. Allí se formaba una columna de agua que era la que iba a crear la fuerza suficiente para mover las turbinas situadas bajo el molino y que, a su vez, van a mover la piedra móvil que molía el grano sobre otra fija.

La estructura del molino es rectangular y se articula en dos pisos según requería el proceso de fabricación de las harinas. Puede observarse la impronta de la escalera que daba acceso al pico superior, de la cual no queda nada. Su techumbre, a un agua, se encuentra en muy malas condiciones, casi derruida.

Se conserva la piedra de molienda móvil, aunque ya no queda nada de las turbinas inferiores que hacían que ésta girase sobre la piedra fija y así moliese el grano. Sí que puede observarse el espacio que ocupaban dichas turbinas y el canal por el que circulaba el agua que por ellas pasaba que poco más abajo del molino se unía a otro canal que venía desde arriba y que se usaba cuando el molino no necesitaba ser usado, de tal forma que el agua se canalizaba por este segundo canal y así las turbinas no se movían.