Cieza

Entre los personajes ilustres que están en relación con este edificio, el arquitecto Justo Millán pudiera ser al que deberíamos nombrar en primer lugar como el personaje más destacado en su historia. Innovador y carismático, dotó al Ayuntamiento de un estilo propio dentro del contexto artístico e histórico del momento.

Varios ilustres de la villa son recordados en placas de mármol en el principal salón del edificio: el Salón de Plenos.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, Cieza vive, al igual que toda España, el desastre del 98. La repercusión económica, política  y social que supuso este hecho histórico, pero ante todo, la muerte el año anterior de “su padrino”, así llamado por muchos ciezanos, D. Antonio Canovas del Castillo; supuso momentos de intentos de cambio en la política caciquil, que fracasaran ante la figura del que fuera interlocutor de Cieza, Juan Pérez Martínez, en alianza  con D. Juan de la Cierva, que sustituiría a Canovas del Castillo como figura más importante de la política murciana.

A la figura de D. Antonio Cánovas del Castillo y su familia se les recuerda por la aportación de fondos para paliar la dramática situación en la que queda Cieza después de las inundaciones de enero de 1881. En el año 1878 se le concede la condonación de contribuciones, se construye un puente sobre el Segura en 1894, se devuelven los montes comunales que habían sido apropiados por el Estado años antes y, al parecer, también se les debe a la familia Cánovas la instalación de la luz eléctrica y una mejora en los accesos mediante la realización de carreteras.