El origen del convento

Su origen se remonta al siglo XVI, como en muchos casos, aprovechando una primitiva ermita dedicada a San Esteban, del que conserva el nombre hasta la actualidad. Las obras patrocinadas por D. Alonso Fernández Peñalver se iniciaron en 1568 con el maestro Ginés de Egea como director de las mismas.

Evolución histórico-arquitectónica y contexto histórico

La dilatada historia de esta fundación se ha visto repleta de momentos de gran auge y esplendor, junto con periodos de recesión y crisis; de su importancia dentro de las fundaciones de la Provincia Franciscana de Cartagena no cabe ninguna duda, habiendo sido motivo de estudios profundos, como el extenso publicado en el año 2000 por el Instituto Teológico de Murcia, por lo que haremos un breve resumen de su historia.

En el año 1690 se instituye aquí el Colegio-Seminario de Misioneros para la formación de religiosos destinados al apostolado en América, que acogía un gran área de influencia, desde Valencia hasta Granada con parte de la Mancha, y que potenció el desarrollo de las dimensiones del conjunto.

Durante el siglo XVIII y a consecuencia del florecimiento de la vida seminarista, se produce el momento de máximo esplendor y de mayores cambios en las construcciones, con ampliaciones ambiciosas tanto de la iglesia como del convento.

Los años de crisis

La primera gran crisis la provoca la invasión napoleónica en 1812, que destruye parte de las instalaciones incendiándolas y expulsa temporalmente a los religiosos del convento; a continuación y en poco tiempo es clausurado en la primera Desamortización, entre 1820-23. La vuelta de los religiosos, muy mermado el número, durará hasta 1836 en que se produce la clausura del Colegio Seráfico con la exclaustración de Mendizábal, aunque un reducido grupo de franciscanos mantuvo la custodia del convento y su iglesia durante este paréntesis hasta su nueva reapertura el 15 de agosto de 1878.

El deterioro que se produjo durante la Guerra Civil, convirtiéndose en cárcel de mujeres, dio paso a la última remodelación hacia 1940, manteniéndose con una gran actividad entre los años 50 a 70, para progresivamente declinar su importancia en función de la crisis de vocaciones que ha venido afectándole en las últimas décadas, con el abandono de algunas zonas por falta de uso y la utilización del segundo de sus claustros como instituto de educación secundaria.

Protagonistas de su historia

Entre los personajes relacionados con la historia del edificio, destacamos los siguientes:

Alonso Fernández Peñalver. Las obras patrocinadas por D. Alonso Fernández Peñalver se iniciaron en 1568 con el maestro Ginés de Egea como director de las mismas.

Francisco Ganga Santacruz. Miembro de una importante familia de retablistas murcianos, proyecta el camarín (1802-3) de la iglesia donde se encuentra la imagen de la Virgen de las Maravillas.

Nicola Fumo  (1645-1725). En 1645 nace en Nápoles Nicola Fumo, autor de la imagen de la Virgen de las Maravillas, Patrona de Cehegín. Fue discípulo de Fansaga, y Dominici el primer biógrafo de este gran imaginero.