PROGRAMA 2019

La Semana Santa de Cehegín es uno de los momentos y celebraciones más importantes de esta ciudad de la comarca del noroeste murciano.

Se trata de una fiesta vivida con gran expectación y devoción religiosa.

Cuenta con una historia centenaria llena de altibajos, pero que sus habitantes han sabido sacar hacia delante con mucho esfuerzo y sacrificio.

En Cehegín se ha constituido un nexo de unión entre la población actual y las más antiguas tradiciones de sus antepasados.

La importancia de la Semana Santa de Cehegín le viene dada por la vistosidad de sus procesiones, el espectacular escenario de su casco viejo, la antigüedad de algunas de sus cofradías y la belleza de sus imágenes.

Por ello, no es de extrañar que todos los artífices y participantes en la Semana Santa de Cehegín luchen por encumbrarla, siendo declarada su gran fiesta de Interés Turístico Regional.

La Historia de la Semana Santa de Cehegín es la de sus Cofradías. Se trata de una tradición arraigada entre los vecinos de esta localidad murciana del noroeste, pues las Cofradías más antiguas cuentan con más de 400 años de vida.

Primeras cofradías

Fue en el siglo XVI cuando vieron la luz las dos cofradías más antiguas de las que actualmente procesionan por las calles del monumental casco antiguo de Cehegín. La de la Preciosísima Sangre, o 'coloraos', fundada en 1574, y la de la Virgen de los Dolores, o 'negros', fundada en 1595.

Estas dos cofradías salían en procesión de disciplina los días de Cuaresma y Semana Santa, recorriendo en silencio las angostas calles de la villa.

El origen de ambas se encontraba en la afirmación de las ceremonias postridentina, frente a los ataques de los reformados protestantes, y aunque ya existían cofradías penitenciales desde mucho antes, fue en el siglo XVI cuando se dio importancia a la manifestación callejera y a su puesta en escena.

Con la explosión barroca del siglo XVIII, concretamente en 1740, nació en Cehegín  la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, los populares 'moraos'.

Los tiempos de altibajos

Sin embargo, la Semana Santa de Cehegín conoció la decadencia en el siglo XIX, provocada por la Guerra de Independencia, la supresión de los gremios y las consecuencias de la desamortización eclesiástica.

No obstante el espíritu nazareno de los cehegineros supo recuperarse con los aires románticos de la centuria decimonónica. Se fundaron las nuevas cofradías de San Juan Evangelista, los 'blancos', en 1885; y la de la Virgen del Primer Dolor, o 'azules', en 1897.

Con estas cinco cofradías se celebraba la Semana Santa en Cehegín durante el primer tercio del siglo XX, que fue de normalidad y continuidad en las procesiones cehegineras. Los desgraciados acontecimientos de la Guerra Civil obviamente afectaron a la celebración religiosa.

En la posguerra  tuvo lugar un nuevo despertar de las cofradías que propulsaron la Semana Santa.

La historia más reciente

A pesar de ello, la historia de las cofradías y hermandades, y de la propia Semana Santa, ha sido una sucesión de altibajos en los que a épocas de esplendor, han sucedido otras de decaimiento. Y eso fue lo que ocurrió a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta. La Semana Santa vivió su última gran crisis con los aires de renovación del Concilio Vaticano II, con  unas cofradías ancladas en la rutina y en la mera repetición del rito.

Cehegín supo sobreponerse una vez más gracias a su tradición nazarena. Fruto de esta recuperación fue la aparición de tres nuevas hermandades:

  • Cofradía de Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, 1977.

  • Cofradía del Cristo de la Paz, o 'marrones', 1977.

  • Cofradía de la Entrada a Jerusalén, 1977.

Y así fue, aprovechando la nueva etapa de esplendor cofrade, cuando nacieron las Cofradías de la Resurrección de Cristo, en 1992, y la de la Pasión de Cristo, o 'verdes', en 1997. Estas han venido a completar el programa de procesiones de Cehegín.

Conforman un grupo de diez cofradías que, agrupadas en torno a la Junta Central, constituyen el eslabón que enlaza a los cehegineros con su historia y tradición, con la fe y creencias de sus mayores, así como con las costumbres y devoción que, durante siglos, fueron santo y seña de los días de Semana Santa en Cehegín.