Cartagena

A falta de un detenido estudio arqueológico, los orígenes de las estructuras fortificadas que se pueden contemplar en el castillo de la Concepción parecen corresponder a una alcazaba, construida quizá en torno al siglo XII, durante la dominación almohade del reino de Murcia, al igual que buena parte de las murallas medievales de Murcia o Lorca. El núcleo central de esta fortificación islámica sería el alcázar, situado en la parte más alta del cerro, y cuya disposición estaba preparada para dominar la medina sin perder el contacto directo con el exterior.

La existencia de esta fortaleza de origen musulmán quedó reflejada en diferentes documentos cristianos relacionados con la toma de la ciudad por las tropas del infante Alfonso (el futuro rey Sabio) en 1245, año en el que finalmente la ciudad de Cartagena sería incorporada a la Corona de Castilla. Es muy posible que durante la segunda mitad del siglo XIII comenzaran las obras de la torre del homenaje, símbolo del monarca en el gran puerto Mediterráneo.

La fortaleza de Cartagena --y unos pequeños arrabales fortificados que quedaron adosados al núcleo principal-- se convirtió en el único núcleo poblado de las costas del reino de Murcia durante toda la Baja Edad Media, y continuó siendo el más relevante siglos más tarde. Es por tanto el testimonio de la ciudad medieval, reducida a la mínima expresión urbana tras el fracaso repoblador surgido ya desde las últimas décadas del siglo XIII, al abandonar la antigua población de origen musulmán estas zonas y no ser sustituida con gentes cristianas.

Todavía durante los siglos XVI y XVII el castillo de la Concepción fue el elemento defensivo más importante de la ciudad. Pero ya a finales del siglo XVIII, y sobre todo tras el gran despliegue defensivo construido durante la segunda mitad de aquella centuria, fue perdiendo su importancia militar. De los años finales del setecientos datan los primeros proyectos de demolición, que sin embargo no se iban a hacer efectivos hasta los años finales del siglo XIX.

Parcialmente destruido, sus ruinas fueron integradas en los años veinte de la pasada centuria en un gran parque con jardines aterrazados que coronó la vieja colina de la Concepción. Actualmente, en el interior de la torre del homenaje se sitúa un centro de interpretación de la historia de Cartagena.