Descripción arquitectónica del Catedral antigua

La planta es una construcción rectangular de tres naves y torre a los pies, típica de las grandes construcciones parroquiales o colegiales, y, como la iglesia de Santa María de Lorca y la actual Catedral de Orihuela, responde a un planteamiento de hondo sabor mediterráneo y son los ejemplos de construcción religiosa (a excepción de la Catedral de Murcia) más importantes en la arquitectura bajo-medieval de la antigua Diócesis de Cartagena.

La vieja iglesia formaba parte del recinto fortificado, estando unida su cabecera, de planta cuadrada, a la línea mural trazada por la actual Puerta de la Villa y calle de la Concepción. La portada y la torre están construidas con sillarejos iguales a los del arco de entrada del Castillo de la Concepción procedentes ambos del famoso anfiteatro romano. A su vez las ruinas eclesiásticas de la catedral antigua de la ciudad, están asentadas sobre parte de la grada del teatro romano de la ciudad.

La torre construida con sillarejos romanos se encuentra a los pies de la iglesia en el lado de la epístola. Actualmente se conservan todos los cuerpos.

La antigua entrada era la de los pies, que daba a la calle Osario.

En uno de los lados de la iglesia se encuentra la Capilla de los cuatro Santos (o capilla del Rosell) de 1576. Se trata de una capilla de planta de cruz griega, de brazos cortos y cubierta con bóveda de casquete esférico. En esta capilla se encontraba la virgen del Rosell y las imágenes Salcillescas de los cuatro Santos Cartageneros: Fulgencio, Isidoro, Florentina y Leandro. Esta capilla fue reconstruida por José Martín.

La capilla del Cristo del Socorro (también llamada capilla del Cristo Moreno) fue fundada en 1691 por el Duque de Veragua. Poseía un retablo de finales del siglo XVII y una talla del titular de estilo Barroco que han desaparecido. Es de planta rectangular cubierta con cúpula sobre pechinas. Está decorada con yeserías, donde se entremezclan motivos vegetales con querubines, resaltando la decoración en las pechinas, los encuadres de las ventanas y los nervios. La portada está realizada en estuco de estilo barroco con connotaciones churriguerescas.

La última restauración corrió a cargo de Víctor Beltrí, arquitecto que en 1904 levantó las fundidas naves, imprimiendo a la mayor parte del edificio un románico de transición. El templo se vino abajo de nuevo durante la Guerra Civil, esta vez a causa de los bombardeos.

Fuente: Servicio de Patrimonio Histórico