MUNICIPIOS

Calasparra

Yacimiento Musulmán de Villa Vieja

Características

Museo Arqueologico Calasparra. Jarra Esgrafiada
Museo Arqueologico Calasparra. Jarra Esgrafiada

Las fuentes árabes o cristianas no mencionan para nada a este lugar. En cuanto a la Calasparra Islámica, una breve alusión al "río de Qalasbarra" en el texto de AI-Zuhri (s. XII) al describir al río Segura. Por tanto, se desconoce completamente el status jurídico-administrativo que tenía la antigua Calasparra árabe y las relaciones que mantenía con el despoblado de Villa Vieja. La coexistencia de ambos yacimientos al final del periodo islámico es un hecho contrastado: los materiales cerámicos indican una presencia de pobladores en Villa Vieja al menos desde época califal o periodo de Taifas -aunque el grueso de los materiales encontrados corresponde a los siglos XII-XIII, mientras que en el Castillo de Calasparra la cerámica aparecida hasta el presente no se pueda datar con anterioridad al siglo XII. El propio topónimo de "Villa Vieja", que aparece citado en documentos del siglo XVII, es de por sí lo suficientemente significativo como para hipotetizar que allí pudieron instalarse los primeros pobladores musulmanes de Calasparra.

El Castillo de Calasparra se construyó con posterioridad al asentamiento de pobladores en Villa Vieja con la finalidad fundamental de salvaguardar; controlar y proteger a los habitantes de ésta y otras alquerías o casas aisladas cercanas, cumpliendo una función de carácter militar-administrativo. Esta hipótesis puede explicar la existencia en este castillo de amplios espacios fortificados donde no existen construcciones internas, que pudieron servir para refugio de vecinos y pobladores dispersos por el territorio.

El abandono de la alquería debió producirse con la conquista del Reino de Murcia o con la salida del elemento mudéjar después de la sublevación de 1264. Hasta el presente no se han encontrado materiales cerámicos claramente datables en época cristiana, pero existen algunas modificaciones de última hora en ciertas viviendas que pudieron corresponder a una momentánea y esporádica ocupación de pobladores cristianos.

El único autor que hasta el presente ha tratado de la Villa Vieja fue M. González Simancas, quien recorrió el lugar para confirmar los testimonios orales de unos vecinos de Calasparra quienes le aseguraron que allí existían cimentaciones y muros aparejados con piedra en seco, así como algunos enterramientos. Al encontrar el terreno sembrado de cereales no pudo verificar estas noticias.

El Despoblado

El núcleo original de poblamiento estaba situado en el sector norte y noroeste del cerro, en el área más próxima al escarpe natural limítrofe con el río Segura, expandiéndose progresivamente hacia el este y sur. La excavación en el área central del cerro ha documentado la superposición de algunas estructuras, lo cual confirma el largo periodo de uso que tuvo el mismo espacio como lugar de habitación. Por el contrario, en el área oriental y meridional se observa un único momento de construcción con pequeñas modificaciones en las viviendas.

Otro dato importante lo constituye el hallazgo en el sector centro-meridional de algunos enterramientos musulmanes bajo las viviendas o en mitad de una calle. Es evidente que estos individuos fueron sepultados originariamente en un espacio abierto y quedaron enterrados bajo las viviendas en razón del crecimiento y expansión de la alquería. Las inhumaciones se practicaron, sin duda, fuera del núcleo habitado aunque muy próximo a él, según norma generalizada en las prácticas funerarias islámicas. Por la localización topográfica de las distintas sepulturas puede deducirse que el área septentrional constituiría el primitivo núcleo de poblamiento.