Situada en el noroeste murciano, Calasparra en una ciudad mezcla de tradición, historia, cultura y naturaleza. Imagen de esta amalgama encontramos vestigios como el Castillo -de época musulmana- que domina la población desde lo alto del cerro, La Encomienda, uno de los edificios más antiguos de la villa y que alberga el Museo Arqueológico, la Casa Granero de inspiración neoclásica, la Torre del Reloj, la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de los Santos o La Corredera, la plaza más importante del pueblo.
Fuera del municipio, a pocos kilómetros, es de obligada visita la Villa Vieja -yacimiento hispano-musulmán-, el acueducto romano de los Arcos de la Rambla y la Cueva de los Monigotes.
Pero como lugar de interés por excelencia de Calasparra destaca el Santuario de la Esperanza, un hermoso lugar, a orillas del río Segura, donde la naturaleza ha creado un bello rincón de oración y esparcimiento.
Por último, destacar el Auditorio Municipal de Calasparra, construido en 1983, donde se desarrolla un variado programa de actividades culturales.
Aún se conservan restos de las primeras culturas que habitaron el territorio, como la Eneolítica (pinturas rupestres del Abrigo del Pozo), la Argárica o la Ibérica (cabezo de la Virgen). De época romana son los yacimientos de Gilico y el Arco de la Rambla. Los musulmanes construyeron el Castillo del que aún quedan restos.
En 1289 el Castillo y Calasparra son donadas por Sancho IV a la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén. Tiempo después, en 1412, se consigue la Carta de Repoblación, siendo comendador Fray Gonzalo Saavedra, requiriendo 50 familias pecheras para repoblar.
En los siglos XVI y XVII se alterna el crecimiento demográfico y económico con el azote de numerosas epidemias. Fluctuaciones similares en su desarrollo tienen lugar en el siglo XVIII. La invasión francesa, ya en el siglo XIX, provocó pérdidas cuantiosas, como la quema del Convento de la Merced.
Entrados en el siglo XX Calasparra vivió las dificultades propias de los pueblos agrícolas del noroeste murciano, pero hoy en día, es un pueblo en alza, que mezcla la industria con el turismo como nuevo motor de la economía calasparreña.
Las fiestas patronales en honor a Abdón y Senén, se celebran a finales del mes de julio con las tradicionales carrozas y verbenas. La Feria de Calasparra, se celebra a principios de septiembre, y en ella se encuadran los festivales de flamenco y de folclore, la feria taurina del arroz y la romería al Santuario de la Esperanza. Mención especial merecen los recuperados Encierros.
Cabe destacar, por su originalidad, la celebración que se hacía el día de los Santos Inocentes: por un lado dos hombres, haciendo las veces de autoridad, multaban al pueblo con sanciones sin sentido, y por otro, el llamado popularmente Juan Pelotero, un voluntario, vestido con ropas viejas y con una pelota de trapo unida por una cuerda a un palo, pedía dinero a la gente con la frase ¿Suelta o te doy¿.
Código Postal:
30420
Ayuntamiento:
Pz. Corredera, 27. Tlf. 968720044. Fax 968720140. URL: www.calasparra.org
Biblioteca Pública Antonio Maya:
C/ Hiladores, s/n. Tlf. 968746042
Centro Cultural El Molinico:
Tlf. 968720728
Casa Granero:
C/ Mayor. Tlf. 968723000
Casa de la Juventud:
C/ San Abdón, 15. Tlf. 968745162
Centro de Salud:
C/ Sanidad. Tlf. 968720154. Fax 968720600
Mercadillo Semanal:
Los Viernes en la Calle Gran Via
El Segundo Domingo de cada mes
El municipio cuenta con una gran variedad de espacios naturales y paisajes dignos de mención, gracias a su emplazamiento y a su privilegiada situación geográfica.
Situado a unos cinco kilómetros del pueblo encontramos el Santuario de la Esperanza, enclave natural de gran belleza, bañado por el río Segura. Muy cerca de éste, se encuentran los Viveros, lugar donde el contacto con la naturaleza es permanente.
También cabe destacar el Pantano de Alfonso XIII, sobre el río Quipar, que nos muestra un paisaje de impresionante majestuosidad, la Cueva de los Monigotes o Abrigo del Pozo, con pinturas rupestres que datan del neolítico, la Cueva del Puerto, con infinitos laberintos de estalactitas y estalagmitas, y el Cañón de los Almadenes.
El motor principal de la economía de Calasparra es la agricultura, y en ella destaca el cultivo del arroz, aunque hoy aparece con mucha fuerza el turismo de interior.
La zona de producción denominada Coto Arrocero está enclavada en una zona montañosa y quebrada a lo largo del río Segura, junto a estrechas franjas de terreno que permite el cauce del río. Su entorno ecológico es claramente diferente al cultivarse en un área montañosa y soleada, con una altitud entre 341 y 500 metros sobre el nivel del mar.
Calasparra cuenta con productos de excelente calidad, con un marcado sabor propio, entre los que destaca por encima de todos, el arroz, producto por excelencia de Calaspara y que, junto con el del delta del Ebro y el de Valencia, son los únicos con Denominación de Origen en España.
El arroz se convierte así en el ingrediente característico de la cocina calasparreña. Es típico el arroz con conejo y caracoles, con pollo, con alubias o con verduras; otro plato muy típico es la caldera calasparreña de toro, que se realiza los días de fiestas en que se celebran eventos taurinos, ya que se pone a la venta la carne de los toros lidiados.