Bullas

A finales del mes de diciembre se conmemora el nacimiento del Niño Jesús y en Bullas tiene una especial presencia el fenomeno de los "Inocentes". Estas figuras están intimamente ligadas a las cofradías de Animas, de hecho a finales del siglo XVIII se constituyeron las hermandades de San José y las Animas del Purgatorio en La Copa, cuyos mayordomos eran nombrados por el Concejo de la villa. Precisamente La Copa de Bullas es el último lugar que conserva un Inocente, el popular Ginés Espín, "Ginés el Cabras", que ha continuado con esta antigua tradición.

El cometido de Ginés es llevar gente al baile que se hace en una placeta de la pedanía, a cambio de pequeñas cantidades de dinero, las cuales quedan en poder de la Mayordomía de San Antón para edificar un templo a este santo protector de los animales y patrón del lugar. Además, ejecuta las órdenes que le dan, siempre a cambio de dinero, para que bailen en la explanada personas determinadas.

Este espectáculo es lo que queda de aquellos "bailes de puja" en los cuales muchas veces acababan a golpes los mozos, por intentar el Inocente que, previo donativo, bailase la novia de uno con otro muchacho que no era de su agrado.

Lo normal es que los bailes tuviesen lugar el día 28 de diciembre, luego de la subasta de los productos recogidos por los animeros, cuya recaudación era para sufragios a las animas benditas, y que siguiesen hasta bien entrada la noche. Hoy se hacen en La Copa en Año Nuevo y San Antón.

En este último día tiene lugar, por la mañana, la Puja en la que varios subastadores, entre los que se encuentra el Inocente sin su vestidura, se dedican a rematar al precio más alto posible los productos donados por los devotos del santo, sin olvidar las riquísimas rosquillas de San Antón