La Región de Murcia ha tenido históricamente en el agua un elemento que define y explica diferentes aspectos de su paisaje tanto físicos como humanos. En un medio semiárido con recursos escasos de este bien los aprovechamientos de acuíferos, arroyos y ramblas resultan primordiales para las actividades agrícolas, ganaderas e incluso para el abastecimiento a la población.

En la vertiente suroccidental de Sierra Espuña, en la Rambla de los Molinos, un complejo molinar presenta once molinos hidráulicos de rodezno con cubo de los que se tiene constancia desde el siglo XV gracias a una visita a Aledo en 1498 de los visitadores de la Orden de Santiago, describiendo un molino de cubo alimentado por el agua de una acequia. No obstante los visitadores no verían concluidos todos los molinos de la rambla ya que el Molino Nuevo se construiría en la primera mitad del siglo XIX.

Los nombres de los molinos son Nuevo, Cavero, Chancla, Ramos, Chiquito y Alto en el término municipal de Aledo; y Mora, Segundo, Primero, Tello y de la Huerta en Totana.

El gran número de molinos instalados en la rambla no está asociado a una corriente de agua permanente como otros complejos que se conocen en la Región de Murcia como los Molinos del Río Segura. En este caso su ubicación viene dada por el aprovechamiento de varias fuentes y manantiales que durante los siglos de su utilización portaban agua de forma continua. Pascual Madoz en su diccionario publicado en 1850 afirmaría que estarían alimentados por las fuentes de Colomí y Tirieza. Los estudios recientes sobre esta infraestructura afirman que llegarían a los molinos cauces como El Río, La Bóveda, la Cueva de la Mauta o el Barranco Borrazán.

Los 11 molinos se suceden desde el caserío de Patalache hasta las inmediaciones de la ermita de las Huertas, quedando los dos superiores en la margen derecha de la rambla y el resto en la margen izquierda, pero todos ellos a una altura tal que evitara su destrucción ante una violenta avenida.

El sistema hidráulico comenzaba con el agua proveniente de El Río y que hacía trabajar al Molino Nuevo. Tras éste se unía el nacimiento de la Cueva de la Mauta y corrían por la margen derecha hasta el molino Cavero. La acequia se elevaba entonces sobre dos postes de obra para cruzar la rambla y abastecer a los demás molinos, ya en la margen izquierda.

El fin de la actividad de los molinos está relacionada con la crisis de los usos tradicionales en todo el Valle del Guadalentín, cuando los cereales fueron poco a poco desplazados por los frutales y parrales de uva de mesa, hoy mayoritarios tanto en Aledo como en Totana.

En la actualidad los molinos son de propiedad privada, pertenecen a familias que, o bien los compraron o los recibieron como herencia, pero la totalidad de ellos se encuentran en estado de ruina.

FUNCIONAMIENTO

El funcionamiento de los molinos de cubo o rodezno queda supeditado a la disposición de agua y a la estructura de engranajes, ruedas y piedras de las que está formado, pero también al aprovechamiento de los fuertes desniveles existentes entre un molino y otro, por lo que la velocidad del agua suplía la escasez de su caudal en tiempos de sequía.

La fuerza motriz del molino de cubo es el agua que, conducida a través de un canal, caz o acequia llegaba a la boca de un depósito con forma cilíndrica de piedra y argamasa con el nombre de cubo. Las diferentes estructuras molinares de la rambla tienen una altura que oscila entre 3 y 12 metros, lo que ayuda a que el agua adquiera mayor velocidad y ponga en funcionamiento el rodaje de la maquinaria de los molinos.

El agua entra en el cárcavo, foso o cueva que se encuentra situado bajo la sala del molino y es regulada por una llave que abre y cierra una compuerta (el saetillo), moviendo el rodezno o rueda horizontal con sus álabes o paletas, apoyada en una viga de madera con el nombre de banco.

Así el rodezno hace rotar la piedra volandera mediante un eje o árbol. Este eje está compuesto por:

  • Maza o cama. Es la pieza central del rodezno, de forma rectangular y donde se encaja el eje.
  • Palahierro. Es una pieza metálica que encaja con la muela inferior o solera.
  • Clavija. De metal y que queda encajada en la muela superior o volandera, haciéndola girar.

Los granos de cereal se colocaban en la tolva, una caja de madera con forma troncopiramidal invertida desde la que caía por una canaleja hasta el ojo de la muela volandera.

El movimiento de giro que provocaba la estructura del molino hacía que triturara el cereal, recogiéndose la harina en un cajón.

MOLINO NUEVO DE PATALACHE

El Molino Nuevo de Patalache, el situado en la zona más alta de la rambla, fue construido en la primera mitad del siglo XIX y sería el último en concluirse.

Queda ubicado a 560 metros de altitud y era accionado por el agua de una mina excavada en el lecho de la rambla conocida como El Río. Su canal ostenta 30 metros de longitud y 0,50 metros de ancho. Se eleva del suelo hasta una altura de 8 metros, con un arco en su acueducto que le permite salvar las posibles avenidas de la rambla en periodos de máximas lluvias. El cubo del molino queda exento, con cuatro cuerpos de planta circular y alcanza los 9 metros de altura

Tras accionar los engranajes y estructuras de este molino las aguas salientes se recogían en una acequia que se dirigía al molino Cavero.

La estructura o edificio donde se guardaba la maquinaria y engranajes del molino presenta planta rectangular con una cubierta a dos aguas.

En la actualidad este curso de agua se encuentra sin actividad, pero desde el cauce de la rambla aún se pueden observar los restos del cubo, la casa de máquinas y el acueducto, una imponente infraestructura que sorprende a los visitantes que caminan o pasean por este paraje.