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Los Alcázares

Los Alcázares. ''Desarraigo, una historia del Valle de Ricote'' de Joaquín Lisón

Día: 22 de marzo de 2019

A las 20.00 horas.
Entrada libre hasta completar aforo.

Lugar: Casa Consistorial (salón de plenos)

Población: Los Alcázares

Desarraigo,
Una historia del Valle de Ricote

Director: Joaquín Lisón

Duración: 90 min.

Año: 2018

País: España España

Dirección, fotografía, montaje y argumento: Joaquín Lisón

Con: Pilar Gómez, Juan Montoro, Marisa Pérez, Isabel Lavella, Laura Giménez, Juan Navarro, Jesús Joaquín López, Susan Ríos, Sofía Acosta y Fran Ros

No recomendada para Menores de 12 años

Desarraigo es la segunda película perteneciente al proyecto cinematográfico: LA MEMORIA DE UN RÍO. De Pontones a Guardamar: Proyecto de cuatro largometrajes en homenaje al Patrimonio Cultural Material e Inmaterial de la Comunidad Segureña.

El patrimonio cultural inmaterial contribuye a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad creando un vínculo entre el pasado y el futuro a través del presente.

Pese a su fragilidad es un importante factor de mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia otros modos de vida. UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Sipnosis: 

Según algunos historiadores locales, el sentimiento de desarraigo que se percibe en la población actual del Valle de Ricote (Vega Alta del Río Segura, Murcia) podría tener su explicación en la expulsión de la población morisco-andalusí entre los años 1609 y 1615 tras la decisión del rey Felipe III. Este fue el último reducto islámico de la península ibérica.

A través de Soledad, de origen valricotí y testigo del pasado de su tierra, la película hace una tesis poética a los confines del sentimiento de desarraigo.

Cuando hablamos de patrimonio nos solemos referir al conjunto de bienes, a veces heredados o adquiridos. ¡Y por supuesto que tienen un valor económico! Junto a estos bienes se encuentran también nuestras raíces, la tierra donde hemos crecido. ¿Cómo poner precio a nuestro barrio, al jardín del pueblo, al huerto de la casa o a la higuera? ¿Qué ley protege nuestro pasado, nuestros paisajes perdidos, nuestra historia olvidada?

¿El patrimonio emocional tiene un valor? ¿Cómo lo calculo?

“Me marcharé de aquí y nada llevaré conmigo, y aun así quiero dibujar mi pasado, proteger mi paisaje, cantar mi canción.”