Iglesia de San Juan en Beniaján [Beniajan_Pedanía]
Iglesia de San Juan en Beniaján


  Prosperidad en la Edad Moderna

  En el siglo XVI, Beniaján se convierte en el pueblo más importante de la Cordillera; durante algún tiempo llegó a poseer la autonomía municipal del Ayuntamiento de Murcia. Tras la expulsión de los árabes se produjo el reparto de la Huerta en minifundios. La calidad del terreno atrajo a gran cantidad de castellanos, que colonizaron la Vega del Segura. Se produce, por tanto, un aumento demográfico en la comarca. La población hubo de trasladarse cada vez más hacia la sierra, ganando altura para huir de las crecidas del Guadalentín y del Segura.

  Durante el siglo XVII el comercio de la seda produce grandes beneficios en el reino de Murcia. La suntuosidad de los edificios de la época es consecuencia del auge económico. La Iglesia de San Juan Bautista refleja la prosperidad de Beniaján.

  En el año 1664 se lleva a cabo el contrato agrícola de las tierras de Beniaján, distribuyéndose entre grandes propietarios los pequeños heredamientos del lugar. Estos terratenientes darían en arrendamiento la mayor parte de sus tierras.

  A finales del XVII Beniaján deja de pertenecer al corregimiento de Murcia y alcanza el título de villa, con municipio propio, pero esta autonomía la pierde en 1783. En el Plan General de la Población de Murcia, que se elabora en 1798, aparece la cifra de 630 habitantes en Beniaján, dedicados a labores artesanas y agropecuarias.

  Edad Contemporánea

  A lo largo del XIX Beniaján atravesará diversas situaciones. Con la llegada del Trienio Liberal se consigue de nuevo la independencia del Ayuntamiento de Murcia, volviéndola a perder en 1856. De la mano de Antonio Gálvez Arce, Beniaján se aventura en el movimiento revolucionario político del cantonalismo. Los cantonalistas abogaban por una segregación de los territorios del país en cantones independientes y autogestionados. Fue un movimiento que radicalizaba las posturas del republicanismo federalista.

  A principios del siglo XX, Beniaján verá cómo se realizan mejoras que favorecerán su crecimiento: la construcción del ferrocarril y la estación en 1884; nuevas industrias derivadas de la agricultura; se ensanchan los caminos; se construyen puentes sobre los ríos y se finalizan las obras de encauzamiento del Guadalentín por el canal del Reguerón (1908).

  Con el desarrollo económico crecerá también la población y el núcleo urbano se empieza a extender por el Barrio de la Tana, organizándose las calles, procurando el bienestar de los vecinos. Se crea el Casino Agrícola en el año 1923, primero en la calle Mayor y posteriormente en 1931 se traslada al edificio del antiguo cuartel. Durante la Guerra Civil se perdieron muchos bienes, la Iglesia de San Juan Bautista sucumbió en un incendio al comenzar la contienda. La segunda mitad del siglo XX ha sido de prosperidad para Beniaján con la creación de la Cooperativa del Campo en 1947 y su desarrollo industrial se convirtió en uno de los pueblos más ricos e industriales de la Vega del Segura. La actividad económica está diversificada; posee fábricas de conservas vegetales, empresas exportadoras, fábricas de cerámica, maderas, licores, productos cítricos y harinas.