El Club Deportivo Abarán afrontaba la temporada 1962/1963 como uno de los candidatos para luchar por el primer puesto. En esta campaña el equipo estaba presidido por Carmelo Morte Juliá y entrenado por Ventura Martínez Mogín, un técnico madrileño de 47 años que había sido jugador del Atlético Aviación, Valladolid, Jerez, Hércules y Cartagena (entre otros), y entrenador del Real Murcia, Cartagena y Jerez, equipo del que procedía.

    Ventura Martínez era un entrenador que estaba avalado por un buen currículum. Antes de llegar al Abarán había ascendido al Jerez y al Cartagena a Segunda División. La temporada anterior había regresado a Jerez con el objetivo de volver a ascender al equipo, pero después de una campaña excepcional en la que los jerezanos ganaron todos sus partidos de casa, el Avilés logró arrebatarles el ascenso en la eliminatoria decisiva.

    El Club Deportivo Abarán comenzó los entrenamientos hacia el 20 de agosto. Una semana más tarde disputó el partido de presentación ante el Alcoyano. El Abarán alineó a  Barrera; Sabuco, García, Garay; Cegarra, Peinado; Besó, Monóvar, Martos, Méndez y Tino I. El encuentro finalizó con victoria abaranera por 2-1.

Inicio titubeante

    Pese a que las expectativas eran buenas el inicio de la competición fue titubeante. El Abarán perdió sus dos primeros partidos de liga, ante el Jumilla y ante el Madrigueras. En las semanas posteriores el club mejoró sus resultados, mostrando una gran solidez en su terreno de juego. Entre los marcadores más llamativos destacan las victorias por 9-1 ante el Monóvar y por 7-0 ante el Almansa.

    En el tramo final de la competición el Abarán mantuvo una enconada lucha con el Orihuela por alcanzar el primer puesto. La igualdad fue tan grande que se llegó a la última jornada de liga con todo por decidir. El Abarán disponía de un punto de ventaja sobre el Orihuela; por tanto necesitaba derrotar al Lorca para lograr el campeonato.

    El partido entre abaraneros y lorquinos despertó una expectación inusitada. Los espectadores comenzaron a celebrar el campeonato mediada la primera parte cuando el equipo local logró el 2-0. Desde ese momento y hasta el final del partido no cesaron los lanzamientos de tracas y cohetes. Finalmente el Abarán se impuso por 5-0. La alineación estuvo compuesta por Beviá; Navarro, Valero Mata; Padilla, Marquitos; Besó, Tino II, Martos, Folch y Méndez.

Celebración del éxito

    Al final del encuentro la afición irrumpió en el terreno de juego para pasear a hombros al presidente, al entrenador y a los jugadores. Más tarde, miles de abaraneros se concentraron en la Plaza Calvo Sotelo (actual Plaza de la Zarzuela) dónde recibieron a la plantilla con pancartas en las que figuraban mensajes de aliento para las eliminatorias de ascenso. Posteriormente, la comitiva compuesta por jugadores, directivos, autoridades municipales, aficionados y la Banda Municipal de Música se dirigió a la ermita de los Santos Médicos, donde el presidente del club, Carmelo Morte Juliá y el capitán, Padilla ofrendaron sendos ramos de flores en acción de gracias. La fiesta terminó con la quema de un gran castillo de fuegos artificiales.

    Pese al gran derroche de entusiasmo el Abarán todavía no había logrado su objetivo. Para ascender a Segunda División aún debía de superar dos eliminatorias.