En Blanca se puede contemplar un contraste de colores, entre el verde de su huerta y las zonas de aspecto desértico que salpican el municipio.

Así, son múltiples los paisajes despoblados que rodean el pueblo, en los cuales se pueden observar formas moldeadas por la acción del agua, como ocurre en la Sierra del Solán, a la espalda del pueblo, y más hacia el Este, la vertiente blanqueña de la Sierra de la Pila, con una red de barrancos que vienen a enlazar con  la rambla del Salar.

Sin embargo, destaca el colorido de su huerta, ubicada entorno al paso del río Segura, con la presencia de algunas palmeras que emergen entre los frutales.

Al Sur y al Este del municipio, se ubican las sierras de Ricote y del Oro, que encajonan y dan forma al valle. A su paso por Blanca, el río Segura forma un remanso (utilizado como embalse), antes de su paso por el desfiladero de Solvente, en dirección a Ojós.