Es una imagen de vestir. Talla realizada en madera policromada para la cabeza, manos y pies. Tamaño algo menor que el natural.

Se trata de la representación de Cristo una vez que ha sido prendido y llevado al palacio del gobernador romano.

Después de haber sido azotado, Jesús es llevado al palacio del gobernador bajo la acusación de querer autoproclamarse rey de Judea. Los soldados le insultan, se mofan de él, creando atributos grotescos de la dignidad real, como la corona de espinas o el manto viejo de púrpura.

La extraordinaria dignidad y fortaleza de Jesús ante aquel maltrato impresiona tanto a Pilato que una vez más trata de liberar a Jesús. (Evangelio de Juan, capítulo 19, versículos del 1 al 4).

El Cristo que presenta Sánchez Lozano, hace honor a esa gran dignidad y fortaleza que tanto conmueve a Pilato.

Esta escena pasional es una de las más recurridas en la imaginería española, sobre todo por tratarse de imágenes para procesional.

El rostro es muy expresivo, y refleja una gran tristeza. Las manos están cruzadas y atadas por delante, a la altura de la cintura.

Esta ataviado con una túnica morada con adornos en dorado.

Observaciones

José Sánchez Lozano, es un gran admirador de la imaginería barroca. Sus obras son un fiel reflejo de ello. Tras las grandes pérdidas de patrimonio mueble en la Guerra Civil, Sánchez Lozano y otros artistas llevaron a cabo una verdadera labor de recuperación de ese patrimonio, restableciéndose poco a poco buena parte de las imágenes de culto y procesionales.


Nombre: Nuestro Padre Jesús Preso.

Objeto: Escultura

Autor: José Sánchez Lozano.

Fecha: Siglo XX

Ubicación: Iglesia de San José de Abanilla.