Abanilla

Estas cuevas tradicionalmente se han utilizado en muchos lugares de la Región de Murcia como viviendas, debido a diversas causas: tradición, comodidad...etc., aunque la primera de ellas solía ser la cuestión monetaria, ya que había muchas familias que no podían costearse una vivienda por la carestía que ello suponía.

Se solían escoger laderas de ramblas o barrancos que tuvieran las suficientes garantías para poder albergar allí la futura construcción.

Igual que las construcciones que conocemos al modo usual, existían expertos que realizaban el trabajo a modo de albañiles que eran conocidos con el nombre de 'cueveros', y que normalmente eran gente mayor que por necesidad o por tradición familiar se había dedicado a este oficio. En los trabajos solían participar no solo la familia que en ese lugar se iba alojar, sino que era normal que vecinos y familiares se dedicasen al pesado trabajo de cargar y transportar la tierra que se iba sacando.

Las estructuras de estas viviendas era muy simple, tanto es así que se puede decir que con ponerle la puerta ya estaba el trabajo terminado.

Solían estar constituidas de dos espacios diferenciados, aunque parecidos; se repartían por un pasillo longitudinal donde se abrían las primeras estancias a derecha e izquierda y con la misma dinámica se abre el segundo espacio donde se albergaba la cocina, en la que se encontraba la chimenea y en algunas ocasiones el horno.

Esta descripción nos vale para la cueva sobre la que estamos tratando, una vez realizada se trataba de hacer el interior lo más habitable posible según los gustos y posibilidades de cada uno, aunque por norma general si que se efectuaba un encalado de las paredes para resguardarlas lo más posible de las humedades.