La Vía Pretoria

   El mundo romano estableció calzadas que comunicaban las distintas regiones de su vasto Imperio. Sólidamente construidas, algunos de sus tramos han perdurado hasta nuestros días. La Vía Pretoria, que unía Yecla, Elche y Cartagena, tenía una ramificación que conducía a los Baños de Fortuna, pasando por Abanilla. Esta zona estuvo adscrita administrativamente a la provincia Citerior hasta el 27 a. C., Tarraconense hasta el 286 d. C. y a la Cartaginense desde entonces hasta la reorganización visigoda.

   La villa del Llano de Sahués

   La villa romana del Llano de Sahués se extiende junto al río Chícamo a tres kilómetros al Norte de la población de Abanilla. Era una típica villa rústica dedicada a la explotación agrícola. Parece ser que permaneció activa entre los siglos I a. C. y V d. C. Los restos más significativos son dos grandes balsas de riego, dos piedras de molino cónicas y un pie de prensa de aceite o vino. La proximidad del nacimiento del río Chícamo garantizaba agua potable para el ganado y regadío para las tierras del entorno.

   Además del Llano del Sahués, el municipio de Abanilla cuenta con otros testimonios del paso romano por su territorio. La canalización del cauce y el molino, próximos al Jarea, son de hechura romana. En Santa Ana se hallaron vasijas y ánforas. El acueducto cercano al Sahués fue de origen romano y, posteriormente, remodelado por los árabes. En el Azud del Partidor apareció un gran bronce romano. Por último, en el Lugar Alto se encontró multitud de cerámica y orfebrería de esta época.