El Casón de Jumilla fue, en su origen, un panteón familiar. Bajo el suelo de la habitación central, durante unas excavaciones realizadas por Cayetano de Mergelina en 1956, se hallaron  tres sepulturas de inhumación construidas con gruesos muros de mampostería, dispuestas dos en el sentido del eje mayor y la otra de forma transversal frente al ingreso.

El hecho de haber sido expoliadas ya en la antigüedad ha impedido precisar la cronología del conjunto mediante el estudio de los enterramientos.

Otras intervenciones arqueológicas realizadas durante la década de los 90 del siglo pasado, permitió documentar además del saqueo de las tumbas, una fosa de inhumación que había pasado desapercibida en excavaciones anteriores.

La actuaciones arqueológicas referidas no sólo afectaron al interior del edificio ya que también  se centraron en estudiar el contexto arqueológico y acondicionar el entorno. Estas intervenciones descubrieron  un conjunto termal, balneum, relacionado directamente con el Casón, y que pertenecería a una necrópolis rural del que el edificio de Jumilla sería su panteón familiar.