La Media Legua

  La Historia de La Media Legua no cuenta con suficiente información documentada. Se trata de un núcleo de población disperso, que a partir de finales del siglo XX creció hasta convertirse en un barrio residencial con un polígono industrial, que linda con la carretera comarcal y la pedanía de Los Pulpites.

  Origen del topónimo

  Por el topónimo, podemos entender que media legua era la distancia que separaba al lugar de Murcia o Alcantarilla y que el lugar pudo estar habitado de manera dispersa a través de alguna alquería.

  Los primeros núcleos de población deberían haberse situado en las cercanías de los pasos fluviales del Segura y el Mula. En época medieval musulmana se entiende que las alquerías y zonas de cultivo deberían ser pocas, pero siempre cercanas a las zonas de huerta. El barrio de san Pedro se ha considerado siempre Cotillas 'la Vieja'.

  Las Torres de Cotillas, tras la reconquista cristiana, pasó de mano en mano de señores como los Castañedo o los Manresa y quedaría finalmente como señorío del halconero real Pedro Martínez Calvillo, concediéndole el Rey un privilegio en 1318, que fue prorrogado a sus descendientes.

  En los siglos XVII y XVIII se sucederían otros señores, como los de la familia de los Balboa y los Bustos, siendo de esta última familia el marqués de Corvera, último señor de Cotillas, ya que durante el siglo XIX los vecinos lograron un municipio independiente y autónomo.

  En 1915 el municipio quedaba inscrito con el nombre de Torres de Cotillas y, a partir de entonces, su crecimiento demográfico y económico sería continuo, especialmente durante la instalación de fábricas conserveras de diferentes familias de empresarios. Las casas más antiguas de La Media Legua corresponden al último tercio del siglo XX, creándose una zona habitada en la Loma de las Meleras y en la conocida urbanización Las Palmeras, siendo el área, además, un nudo de comunicación con la carretera comarcal de Mula y lugar de suelo industrial.