Free cookie consent management tool by TermsFeed José Hernández Ardieta - Región de Murcia Digital
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Roldán

José Hernández Ardieta

José Hernández Ardieta

 Casa Torre [Torre Pacheco_Roldán]
Casa Torre

     José Hernández Ardieta nació en Roldán (Torre-Pacheco) en 1838. Estudió para clérigo en el seminario de San Fulgencio y se licenció en Medicina. Sin embargo acabó siendo excomulgado, tras casarse, ingresar en la masonería y fundar o dirigir periódicos satíricos y liberales en los que no se dejaba títere con cabeza. El final de sus días hizo honor al título de un libro que rezaba: Pecadoras de verano, arrepentidas en invierno.

     A pesar de lo dicho, no es su azarosa biografía per se la que lo convierte en nuestro protagonista, sino su condición de emigrante durante la época en que estuvo en América, concretamente en Bolivia. La partida se produjo a raíz del fracaso cantonalista en el que participó activamente y tuvo lugar un día del mes de marzo de 1874. Acompañado de su segunda esposa, Encarnación, se embarcó en un navío inglés animado por el propósito de fundar la colonia "El Progreso". Tras varios días de navegación tocaron por fin la costa americana en la que visitó el centro "La Emancipación", todo un nido de republicanos anticlericales. El viaje había sido promovido por la Compañía Internacional de Colonización y desde el comienzo, resultó un completo desastre. Al llegar a Arica, perdieron la ruta e incluso la situación en la que se encontraban, de modo que los casi 60 colonos iniciaron desde ese punto el camino hacia el interior de Bolivia. La marcha tierra adentro duró tanto como lo había hecho la travesía por mar aunque con mayores padecimientos. Una vez llegados al enclave donde debían asentarse, cerca de la frontera con Perú, instalaron tiendas de campaña que poco a poco sustituyeron por casas de madera.

     El relato de los acontecimientos de aquella época consignados en sus crónicas permite adivinar en el jefe de la expedición un temperamento y mentalidad infantil, en cierto modo. Al parecer, la tierra albergaba todo tipo de riquezas: plata, oro, diamantes, maderas nobles..., pero como no existían vías de comunicación para dar salida a tanta riqueza, no se le ocurrió otra cosa que construir un ferrocarril.

     En Bolivia nacieron los dos hijos de José Hernández Ardieta. Mientras tanto los 60 colonos iniciales se habían transformado en 500 personas que ya disponían en el poblado de escuela, sala de lectura y academia de música. Organizaban excursiones científicas y culturales y, en su afán experimentalista intentó incluso educar a ciertos simios que capturaba.

     La Compañía de Jesús conspiraba por su parte ante el gobierno boliviano en contra de esta extraña colonia liberal y casi hippy, logrando finalmente un ultimátum para el desmantelamiento de la misma, pero al mismo tiempo el ejército chileno asalta "El Progreso" y lo saquea a conciencia. Los colonos huyeron en desbandada y Ardieta marchó hacia Brasil en abril de 1884. La extraña y visionaria experiencia utópica había durado diez años y finalizó con el regreso de la familia a Balsicas dos meses después.