En el padrón de Ensenada de 1771 y en el de Floridablanca de 1787, ya aparece citado Roldán. Hacia el año 1802 se construye una iglesia, cuya ubicación es similar a la actual, con el objeto de satisfacer las necesidades religiosas de los vecinos.

    El nacimiento del núcleo de Roldán vendría determinado por los mismos factores que potenciaron el desarrollo de los núcleos de población en el Campo de Cartagena, constando en un principio de casa, una torre o hacienda señorial con su capilla o ermita, que se transformaría en parroquia o rectoría entre 1908 y 1910, dependiente de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Torre Pacheco.

    A principios del siglo XX, Roldán contaba ya con una veintena de casas. Por otro lado existía una finca, de la que aún no se conoce si le vinculaban lazos de parentesco con las demás. Se trata de Valderas, la más alejada del núcleo de Roldán. Esta casa fue mandada construir por el marqués de Torre Pacheco en el siglo XIX, como regalo de boda para su esposa, siendo posteriormente heredada por las ramas secundarias de la familia Fontes.

Roldán en la actualidad

    El Campo de Cartagena se vio considerablemente revitalizado en su momento gracias al Trasvase Tajo-Segura, cuyas obras culminaron en 1979, viniendo a trasformar toda la comarca, en virtud de la conversión de millares de hectáreas en regadío.

    En la actualidad, Roldán, y en general todo el municipio de Torre Pacheco ha experimentado una dinamización del sector agrario, con la introducción de nuevas tecnologías y abundante mano de obra, de manera que la agricultura se ha convertido en el principal motor económico de esta zona. Roldán ha crecido a buen ritmo a lo largo de su corta Historia. No hay que olvidar que el actual núcleo ha absorbido múltiples grupos de casas o fincas anteriores, como Las Armaeras, Los Segaos o Las Moreras.

    Roldán apuesta también por la potenciación del sector turístico, ofreciendo su ubicación privilegiada entre el campo y el mar, junto a otros atractivos como el Festival de Cante de Lo Ferro que, desde su nacimiento en 1980, goza de gran éxito y atrae a miles de visitantes cada año.