Para conocer La Copa es necesario degustar su cocina, fiel representación de su cultura, en la que destacan entre otros platos el cabrito en salsa, pichones asados, asado de cordero, conejo a la teja, campesino, pata de corzo en salsa, empanada de liebre, o el arroz y conejo.
Un plato muy característico del municipio de Bullas es la talvina: tortas fritas en cazuela de barro con ajos, pimientos, tocino, morcilla y longaniza. También son importantes las suculentas judías camperas y los gurullos con conejo y caracoles.
En el capítulo de repostería son típicas las torrijas con anís y las picardías, que son elaboradas principalmente en las épocas navideñas.
Uno de los principales acompañamientos de los platos de La Copa son los excelentes vinos de la Denominación de Origen Bullas. Resultan la mejor compañía para degustar carnes de caza y cordero de crianza, típicos de la cocina de las tierras del noroeste murciano.
El Vino en el municipio de Bullas
Los vinos de Bullas son de una gran contundencia y reconocida calidad, sustentada por su Denominación de Origen. Desde la época de los romanos, ya se tenían en estas tierras asentamientos vinícolas que eran bien explotados. El noreste murciano sigue luciendo la misma fisonomía de épocas antiguas: casas de labor rodeadas por campo que son trabajadas por los propios labradores que se nutren de su propia cosecha.
Bullas sigue siendo una tierra de cultivo gracias a la diversidad territorial de su clima. Los caldos que se obtienen conservan cierta peculiaridad debido a la calidad del suelo, la lluvia limitada y la altitud, que permiten la obtención de un color rojo rubí con presencia aterciopelada y un sabor característico. Son vinos aromáticos, redondos, suaves y muy apreciados.
