Celebración: Finales de julio y principios de agosto

Todos los pueblos se distinguen durante sus fiestas patronales por alguna particularidad, tradición o costumbre. En el caso de Perín, las fiestas quedan protagonizadas, uno de los días, por la conocida como Subida del Burro, en este caso no auténtico.

La tradición está basada en una leyenda que cuenta que, al terminar la iglesia de la población, hubo interés por parte de los vecinos en eliminar unas malas hierbas que crecían en el campanario, teniendo entonces la ocurrencia de subir a un burro hasta ellas para que se las comiera. Se trata de un relato popular bastante universalizado, hasta el punto que se ha documentado incluso en algún pueblo de Alemania.

Pero además de esta "subida del burro", los perineros, durante quince días, hacen  todo tipo de celebraciones colectivas, dedicando días a la diversión de todos los vecinos, niños, mayores y jóvenes.

Después del primer día en el que se hace lectura del pregón y se celebra un baile con una tómbola, a lo largo de una semana se celebran campeonatos de juegos tradicionales como el parchís, el dominó o las porras, así como  partidos de fútbol y tiradas de caliche.

Durante la segunda semana de fiestas los protagonistas son los niños, ya que se organizan juegos y concursos infantiles, además de un baile de espuma y otro de disfraces.

Buena parte de las noches de fiesta están amenizadas con bailes, verbenas o grupos pop.

La Asociación de Mujeres Albaida participa organizando un concurso gastronómico en el que se dan premios al primer y segundo plato y al postre, intentando que la cocina preparada sea tradicional.

El mismo día de la izada del burro se organiza un desfile de carrozas tras el que se convida a todos los vecinos a una merienda y a los niños a disfrutar de golosinas sin límite.

El 15 de agosto se celebra el día de la patrona, la Virgen de la Piedad, con una misa con una ofrenda floral y posterior procesión de los vecinos con la patrona a través de las calles principales de la localidad.