La cocina cartagenera se ha dividido siempre en tres ámbitos muy concretos, el litoral, el campo y la ciudad. En estos tres ámbitos la tradición culinaria ha intentado utilizar los elementos más cercanos, pescados, hortalizas o elaboradas recetas de pastelería.

Platos

     Las zonas de interior, tradicionalmente, han tenido en sus cultivos de campo sus productos principales. Patatas, pimientos, tomates y alguna que otra hortaliza han bastado para confeccionar recetas tan antiguas como el frito de verano, el zarangollo cartagenero o los buñuelos de patata.

     Las carnes de caza aparecen en recetas que hoy día perviven en las realizadas con carnes de granja, como el conejo al ajo cabañil, o los platos camperos donde los huevos fritos acompañan las frituras de longanizas y salchichas, sin olvidar las clásicas migas.

     No hay que olvidar tampoco los entrantes como las olivas partidas, que en toda Murcia se degustan con aliños que difieren en ocasiones de unas familias a otras.

Postres

     Y la pastelería cartagenera incluye sus pasteles dulces y salados, las pastas flora con cabello de ángel, los pasteles Felipe, los pasteles de cierva, los cordiales, además de las frutas de sartén, más típicas en los pueblos del interior, como las flores fritas o los besos de novia, donde calabaza o zanahoria bastan para preparar un postre o una merienda.