' michirones salpican de gracia gastronómica los pueblos y los  paisajes de Murcia; están presentes en cualquier fogón, en toda tasca, en la cena menestral y en los jocundos alboroques; acompañan los chupitos y cumplen, de un tirón, con las hambres adolescentes. Lo cierto y verdad es que las habas cocidas, bien cocidas, se hacen piel misma de las tierras de Murcia, y la muestran y advierten, la representan y definen, desde esta humilde esquina del guiso menestral y sabrosísimo'.

Juan García Abellán en su libro'MURCIA, entre bocado y trago', 1980

Sucede la mayoría de las veces, debido a la condición humana, que la cotidianeidad, la abundancia de algo o la facilidad para obtenerlo, nos hace ver ese bien, producto o servicio, como algo ordinario y vulgar, de escaso valor. 

Tal es el caso de las habas, las omnipresentes habas cuando llega la primavera en Murcia. Primero las habicas tiernas, luego las habas de las menetras y los pucheros y, por fin, las rotundas habas michirón con sus inseparables chatos de vino.

Vemos como algo normal las habas sobre los mostradores y barras en bares y restaurantes sin darnos cuenta que, lejos de algo común y generalizado, resulta una práctica singular de la hosteleria en nuestra Región. Igual sucede con la costumbre de servirlas acompañando algún trozo de bonito, de atún de ijada o incluso de morcón.

Podríamos decir que las habas son las embajadoras de la primavera en nuestra ciudad. Ellas nos alertan los sentidos y ponen una nota fresca, primaveral en ambientes tan alejados de la naturaleza como los bares de ciudad.

Sin embargo, queridos lectores, este paisaje verde, se está viendo amenazado por el alto coste que alcanza el producto debido a su escasez. De hecho, en la Región de Murcia, según las estadísticas oficiales, la superficie cultivada de habas verdes ha descendido en los últimos diez años a la mitad, así, de 1.613 hectáreas cultivadas en 1994 se ha pasado a 844 hectáreas en 2004.Entre las causas de este descenso señalan los expertos a los problemas derivados de la falta de agua para riego, la ausencia de variedades mejoradas adaptadas ala mecanización del cultivo y a los ataques de jopo (planta parásita fanerógama que ataca las raíces de las habas, absorbiendo gran parte de los nutrientes destinados al cultivo).

Las habas pertenecen a la familia botánica de las leguminosas y su nombre científico es Vicia faba L. Son plantas anuales de porte erecto, sistema radicular muy desarrollado, tallos verdes muy ramificados, hojas alternas, flores agrupadas en racimos y manchadas de negro o violeta y fruto en legumbre.

Autor: © Julio Pedauyé Ruiz