Guadalupe de Maciascoque se emplaza en la zona centro-septentrional de la Huerta de Murcia, en el reborde interior de la depresión natural del terreno.

La huerta que rodea a la ciudad de Murcia y que envuelve sus pedanías cercanas ha sido desde su modificación a manos de los musulmanes en la Edad Media un ecosistema de gran importancia, con un paisaje agrario de enorme valor que ha cumplido una función ecológica esencial como área de producción vegetal y “pulmón verde” del municipio.

Tanto las motas y caminos que cubren las parcelas como las acequias y azarbes poseen una riqueza de fauna y flora singular, con una interesante variedad ornitológica y un paisaje vegetal dominado por los cultivos de hortalizas, frutales y legumbres.

En Guadalupe de Maciascoque existe un gran desarrollo urbano en los últimos años, no obstante se puede contemplar en sus contornos el verdor de la fértil huerta, atravesada por acequias donde crece la sisca.