Iglesia de San Juan en Macisvenda (Abanilla) [Macisvenda]
Iglesia de San Juan en Macisvenda (Abanilla)


  Nos cuenta el historiador local, Riquelme Saler, que un vecino de la villa de Macisvenda, José Tenza, poseía un pedazo de cerámica, utilizado como elemento decorativo, en el que se podía leer la palabra Macirbenda. Los orígenes de la villa se sitúan en el siglo XIX, en el terreno conocido como rodal de abajo. Esta aldea se iría extendiendo hacia las proximidades de la iglesia, construida a principios del siglo XX.

  A finales del siglo XIX los terrenos de Macisvenda fueron subastados y comprados por el terrateniente Ramón Cabrera, dueño de varias fincas en Abanilla y  Albacete (concretamente en La Roda y en Chinchilla). Cabrera  tenía un criado manchego llamado Marco Benda, que sufría bronquitis crónicas de las cuales mejoraba al trasladarse a las posesiones de su señor en Abanilla. Esta curiosa historia es un aporte más al posible origen de Macisvenda, comprada en 1820 por Cabrera para facilitar la mejora física de su criado, y en la que construiría una casa solariega en el conocido rodal de abajo.

  El nombre de la villa vuelve a surgir en las crónicas locales tras la Guerra Civil española, fue entonces cuando la pedanía pudo disfrutar de nuevas carreteras y sistemas de comunicación, que facilitaron la vida de su creciente población que fue extendiéndose y dedicando progresivamente más hectáreas de su terreno a los cultivos de secano. Macisvenda, en la actualidad, es una pedanía de unos seiscientos habitantes que sigue cultivando la tierra, si bien el progresivo deterioro global del clima ha obligado a los macisvenderos a modernizar sus cultivos para poder sacar beneficio a sus extensiones de vid, almendro y olivo, así como a su pequeña huerta.