El origen de esta pedanía de Abanilla no está documentado, tan sólo podemos afirmar que aparece ya en 1750 en el catastro del Marqués de la Ensenada, como Macilvenda, aunque sería probable que hiciera referencia a un caserío o finca. Algunos investigadores han vinculado su origen, al igual que la vecina Barinas, a la subasta de bienes de realengo llevada a cabo a finales del siglo XIX. Se habla incluso del terrateniente Ramón Cabrera como el comprador de los terrenos, poseedor ya de fincas en La Roda, Villar de Chinchilla y otras zonas de Abanilla.

  El vínculo histórico de Abanilla al período de dominación árabe ha generado una teoría que relacionaría esta pedanía con la localidad mozárabe de Mazaraveda, voz árabe que significaría mansión u hostería, si bien no existen suficientes datos documentales para afirmar que se trate de las mismas villas.

  Restos prehistóricos de carácter paleontológico, vestigios de cultura argárica,  villas romanas, referencias árabes y frontera con los reinos de Castilla y Aragón en siglos medievales, son algunas de las referencias históricas que rodean a esta pedanía y a su municipio.