Benizar

  La dureza de la vida en la serranía

  Durante el Trienio Liberal (1820-1823) se proclamó la efímera villa constitucional de Benizar, pero distintas circunstancias arruinarían al Ayuntamiento. Para paliar esta situación los castillos de Benizar, Moratalla y Priego fueron vendidos en subasta pública a la muerte de su último poseedor en 1867, el infante Francisco de Paula, suegro de Isabel II.

  La escasez de agua y la precariedad de las comunicaciones entorpecían el despegue económico de la zona. A ello se unía la inseguridad campesina generada por el bandolerismo frecuente en las sierras y, más adelante, por las partidas carlistas, que se movían con comodidad por un territorio agreste y mal comunicado.

  Benizar hoy, una sorprendente villa

  Con el despegue del siglo XX, Benizar asiste al incremento de su población y a la implantación de algunos servicios sanitarios y escolares. Además la Ermita de Santa Bárbara se convirtió en parroquia, desvinculándose de la de Moratalla. Durante el período de la II República se produjo un nuevo intento secesionista sin éxito, dirigido por un Comité Local del Frente Popular, que controlaba el poder y llegó a emitir moneda en papel.

  La carencia de adecuadas infraestructuras de comunicaciones mermó el desarrollo de la zona, acrecentándose este mal con el estallido de la Guerra Civil y la posguerra. La escasez de recursos locales obligó a gran parte de su población a emigrar en busca de trabajo. En los últimos años, Benizar y el conjunto de Moratalla ha experimentado un impulso motivado por las actuaciones públicas, que han dotado de infraestructuras a la zona. En este sentido la construcción de la autovía del Noroeste ha puesto fin a una deficiencia crónica.

  Actualmente se encuentra dentro de uno de los polos de atracción más solicitados de las tierras de Moratalla, ya que el turismo rural ha proliferado en forma de casas rurales y nuevos puestos de trabajo, aprovechando la belleza de una villa con sello moruno y asentada en un entorno de inmejorable valor paisajístico.