La Historia de Benizar está ligada a su geografía, abrupta y salpicada por manantiales. Al amparo de sus riscos y cavidades, el hombre prehistórico encontró un lugar donde guarecerse del peligro y en el que demostrar sus habilidades artísticas, dejando en las paredes de los Abrigos de Benizar un interesante legado de pinturas rupestres pertenecientes a los estilos levantino y esquemático.

  Los romanos se establecieron en la zona, creando villas rústicas para explotación agropecuaria, pero fue el pueblo árabe el que otorgó personalidad propia a una pedanía que ha heredado de su pasado islámico lo intrincado del trazado urbano y el fuerte sentimiento tribal de sus gentes. El Castillo, encaramado en un agreste cerro, fue levantado en el siglo XII como atalaya fronteriza y vía de comunicación con Socovos, Moratalla y la inmediata fortaleza de Priego. Con la Reconquista, Benizar pasó a manos de Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago y comendador de Castilla, pero la inseguridad latente por la inmediatez de la frontera entorpeció su repoblación hasta el siglo XVI.

  Durante los siglos XIX y XX encabezó dos aventuras segregacionistas del Ayuntamiento de Moratalla y tras la Guerra Civil sufrió una fuerte emigración. En los últimos años las mejoras en las infraestructuras de comunicación y el auge del turismo rural han impulsado económica y demográficamente a esta pedanía moratallera.


  Fuentes

-García García, M. 'Moratalla a través de los tiempos'. Ayuntamiento de Moratalla, 2003.
-García Moreno, P. 'Benizar: Moratalla. Plan Integral de Fomento y Desarrollo de Benizar'. 1998.
-Grimal, A. y Alonso, A. 'Investigaciones sobre arte rupestre en Moratalla'. III Campaña. Memorias de Arqueología. Págs. 67-116. 1997.
-V.V.A.A. 'IX Jornadas de Arqueología Regional'. Murcia, del 5 al 8 de Mayo, 1998. Instituto de Patrimonio Histórico.