![Avifauna [Marchena_Lorca]](/cache/imagenes/58/8/58848_res_720.jpg)
Marchena es una de las diputaciones lorquinas que constituyen el cinturón de huerta que rodea la capital municipal. Se encuentra dentro del valle del Guadalentín y por tanto presenta rasgos comunes con las otras diputaciones vecinas como una muy buena disposición para el cultivo desde la Edad Media. Esta circunstancia ha hecho que su naturaleza haya permanecido durante mucho tiempo a merced de las necesidades del ser humano.
La huerta y los canales
La huerta es el ecosistema mayoritario dentro de la diputación. El ser humano aprovechó desde tiempos inmemoriales los fértiles suelos de la ribera del Guadalentín, transformando el espacio natural. Los dueños de las tierras han parcelado y dibujado el trazado de acequias y canales que en la actualidad configuran el paisaje de Marchena.
La flora huertana
El aprovechamiento del suelo para la agricultura ha evolucionado hacia un cultivo de especialización para que la huerta quede constituida principalmente por extensiones de monocultivos de cítricos.
El cultivo hortícola bajo plástico resulta más frecuente a medida que transcurre el tiempo por el mayor rendimiento que se obtiene de la hectárea plantada.
El criterio de gestión aplicado por los propietarios de las tierras dedicadas al cultivo intensivo impide el desarrollo de especies silvestres, quedando únicamente la planta cultivada.
En las casas tradicionales de la huerta era frecuente además plantar árboles propios de ambientes más húmedos con fin ornamental o para aprovechamiento de sus frutos.
La única flora silvestre que consigue sobrevivir a las roturaciones son conjuntos de anuales y herbáceas comunes.
De entre las especies más singulares por su aportación paisajística destacan el olmo, la palmera datilera, la morera y la higuera.
Fauna de la huerta
Existe una fauna implicada en la actividad cinegética, entre ellas las más apreciadas son la paloma, zorzal charlo, perdiz, codorniz, tórtola, grajilla, zorro, conejo y liebre.
También hay una serie de pequeños invertebrados y reptiles, entre los que destacan varias especies como la lagartija colilarga o la lagartija ibérica, la salamanquesa común y la culebra viperina.
Una multitud de aves sobrevuelan los parajes de la huerta y entre ellas se pueden distinguir el petirrojo, la calandria, el ruiseñor común, el carbonero común, el escribano cerillo, piquituerto común y la oropéndola.
