Los hallazgos arqueológicos del Campo de Murcia quedan dispersos a través del territorio de diversas pedanías cercanas al Puerto de la Cadena, un paso y vía ancestrales. Aunque no siempre los materiales encontrados pueden certificar núcleos de población si dan testimonio de la realidad arqueológica de la zona, muy vinculada a los asentamientos dispersos de época romana.

  Las inmediaciones de Corvera dan muestras de materiales de época ibérica y romana, un hecho que se repite en muchas áreas del Campo de Murcia, como en la vecinas Valladolises, Los Martínez del Puerto o Balsicas. Son de especial interés los restos arqueológicos, que vienen a confirmar la existencia de antiguas villas romanas que se habrían situado de manera dispersa a lo largo de este amplio territorio prelitoral. En Corvera existen los yacimientos de Los Martínez, Los Muñoces y Los Campillos. En el primero de ellos quedan patentes dos fases de ocupación, por un lado la ibérica y por otra la de época romana republicana. El yacimiento de Los Muñoces aportó producción material de época romana y medieval, hecho este último que podría confirmar la continuidad en el tiempo de núcleos poblados, aunque solo se tratara en origen de villas y alquerías.

  El proceso histórico que se sucedió en Murcia tras la Reconquista de su territorio por parte de la Corona de Castilla se sucedió de manera paralela en el ámbito del territorio del Concejo de Murcia. Tras el planteamiento administrativo de la Corona castellana se procedió al repartimiento de las tierras, muchas de ellas otorgadas en donadíos a nobles o familias vinculadas a la política de Reconquista. En todo caso familias de Castilla, Aragón o incluso el Norte de la Península, Asturias o País Vasco, llegaron hasta Murcia para ocupar antiguas alquerías moriscas. Por la documentación referida a los primeros repartimientos del XII sabemos que cerca del Puerto de la Cadena, en el actual territorio de Corvera, se habría situado un rafal islámico y el licenciado Cascales incluye a la familia y estirpe Corvera como ocupantes de tierras murcianas. Con estos datos quedaría explicado el origen y topónimo de la pedanía de Corvera.

  Las repoblaciones se llevaron a cabo entre los siglos XIII, XIV y XV. Se sucedieron las interrupciones del proceso, debido a la situación de inseguridad de estas áreas. Razias contra musulmanes o ataques piratas dificultaban el proyecto repoblador. Pero de 1453 consta documentación legal sobre las propiedades de Martín de Corvera, y en 1465 una adjudicación de tierras cita los topónimos de Camino de Corvera, Rambla de Corvera y Balseta de Corvera, y en 1478 se conoce como propietario de tierras del lugar a Gonzalo Pagán. En 1485 se conoce a otros propietarios como Juan de Huete y Pedro Vidal. En todo caso Corvera era un territorio amplio, reconocido como caserío en 1516.