Santo Ángel

  La riqueza histórica del lugar reside más bien en su riqueza arqueológica, ya que las excavaciones en el entorno del Eremitorio de la Luz, monasterio fundado a finales del XVIII, fueron todo un descubrimiento para la ubicación de la cultura ibérica en la zona.

  El Eremitorio de la Luz, construido para la fundación de los Hermanos de la Luz, ya existía en el siglo XVIII y acogía a esta comunidad monástica, que se inspiraba en una espiritualidad de retiro y que tuvo sus comienzos en algunas de las cuevas del entorno geográfico de la zona.

  Bastitania y Contestania

  El canónigo Lozano y Santa en su obra 'Bastitania y Contestania' ya hacía referencia a las piezas ibéricas que la comunidad de Hermanos de la Luz tenía en su poder, tras descubrirlas en las inmediaciones del convento. Esta noticia de Lozano estimuló a comienzos del sigo XX sucesivas campañas de excavación en la zona, campañas que empezarían en los años 20', seguirían en los 30', y continuarían de manera espaciada hasta nuestros días.

  Importantes restos encontrados

  Estas intervenciones arqueológicas darían como resultado no solo el hallazgo de importantes piezas de la cultura ibérica, sino los restos de un santuario construido entre los siglos III y II antes de Cristo, descubriéndose tanto la estructura del santuario como la de sus áreas, templo y témenos, los caminos de acceso y las terrazas, al tiempo que se produjo el hallazgo de elementos rituales. Todo ello vino a certificar la importancia de este lugar de culto, siendo las efigies de la diosa Démeter, encontrados en pebeteros, antefijas y vasos, así como los restos de sacrificios animales, las que confirmarían el culto a esta divinidad.