Llano de Brujas surge en el sector Noroeste de la Huerta de Murcia, entre plantaciones de naranjos y limones. A pesar de que su emplazamiento anima a buscar su origen en la época medieval musulmana, el núcleo poblacional no comienza a gestarse hasta el siglo XVII.

La causa del tardío poblamiento reside en que con anterioridad, Llano de Brujas era un auténtico marjal, un lugar ocupado por humedales e inundado por el río Segura por lo que resultaba inviable para el asentamiento humano y el cultivo.

En los siglos XVII, XVIII y XIX, familias de labradores se esforzaron en conquistar estas tierras a base de obras en el cauce del río y de desecar los terrenos anegados. Estas gentes se asentaron en el lugar, trabajaron las tierras de cultivo y levantaron una ermita, convirtiendo un paraje inhóspito en una Aldea de Realengo con alcalde pedáneo.

A lo largo del siglo XX la pedanía ha ido creciendo económica y demográficamente, teniendo actualmente tanto en la agricultura como en el sector servicios sus principales fuentes económicas.