Tras la Reconquista cristiana del territorio murciano, Mazarrón sufrió un destacado despoblamiento. Si bien los parajes del interior del municipio debieron estar poblados por alquerías o casas con terrenos de labor desde finales del siglo XIII, pues hay restos en los parajes del campo mazarronero de torres vigías y pequeños castillos.

  Tras la toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492 se evidencia la reestructuración del territorio hispano, la pacificación y reordenación administrativa favorecerían la activación de las industrias perdidas de Mazarrón. Las minas de las faldas de las sierras mazarroneras se volverían a abrir, buscando el tesoro del alumbre, elemento necesario tanto en las manufacturas de las tenerías como en la elaboración de vidrio y fármacos.

  En la última mitad del siglo XV, la gestión de las minas de alumbre sería concedida a las familias Fajardo y Pacheco, que explotaban las minas directamente o las arrendaban para que otros gestionaran la explotación. Teniendo en cuenta la relación de los señores de Leiva con Mazarrón, según consta por algunos blasones repartidos por las antiguas fachadas de las casas de la ciudad, podría esta pedanía haber tenido su origen en un caserío o finca de la familia Leiva, si bien no hay constancia de documentación sobre esta posibilidad y a su relación con las explotaciones de alunita en el Coto Fortuna durante este período histórico.

  El 1 de agosto de 1572 se concedía a Mazarrón un privilegio fundacional que la declaraba independiente y le proporcionaba un Ayuntamiento propio. El municipio disfrutaba de su realengo, sin estar condicionado a la administración de señores u ordenes militares. Durante el siglo XVI Mazarrón sufriría ataques a su zona costera por parte de piratas berberiscos, hecho que unido a la crisis de la minería del alumbre ralentizó la progresión económica de estas tierras. No hay que olvidar tampoco que la costa de Mazarrón tuvo que concentrar sus esfuerzos durante esta época en defenderse de los ataques de los piratas berberiscos, lo que trasladaba los esfuerzos productivos y de desarrollo a la zona llana del campo mazarronero. La minería del Coto Fortuna, explotación próxima a Leiva, durante el siglo XVIII y XIX se basó en la extracción de plomo y plata, además de la confección del pigmento de almagra.