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Balsapintada

Andrés Pedreño

Andrés Pedreño

Andrés Pedreño [Fuente Alamo_Balsapintada]
Andrés Pedreño

Andrés Pedreño. Balsapintada 1910 – 1988.

Andrés Pedreño ha sido uno de los grandes troveros que desde Balsapintada han dejado para la historia su aportación personal al fascinante mundo del trovo.

La tradición de las veladas troveras en el Campo de Cartagena llevó desde muy pequeño a “El Palanca”, como era conocido en el mundo del folclore fuentealamero, a interesarse por la poesía y los trovos.

Dicen que sus versos reflejaban el amor cortés, y sus décimas y quintillas eran semejantes a los de Arte Real de la Edad Media.

Una temprana pasión

Andrés Pedreño nació en Balsapintada en 1910, desde muy niño comenzó su afición por el trovo y a los 13 años ya solía recitar estrofas en verso a sus familiares y amigos. El joven Andrés no cursó estudios comenzando a trabajar a una temprana edad en el comercio de sus padres.

Pasaron los años e ingresó en el ejército de la marina española, tras licenciarse regresa a su pueblo natal donde abrió una tienda de ultramarinos.

La vida de un joven balsapintadeño

Andrés dedicó su vida a la familia y al negocio de ultramarinos, razón por la cual sus convecinos, para los que el trovero era una persona sencilla y espiritual, le apodaron El Marinero.

Andrés realizaba numerosas visitas a Mula cada año empujado por su  devoción al Niño de Mula y su interés por participar en las tradicionales fiestas y romerías de la zona.

El trovo representaba su afición principal, pero también era sanador de animales. Numerosos vecinos de Balsapintada y alrededores acudían a él cuando sus animales y mascotas enfermaban ya que decían que “tenía en sus manos y en su persona un nosequé” que los hacía sanar.

Trovero espiritual

Andrés era un trovero particular ya que la picaresca, característica de los troveros de su época, no se refleja en su obra. Sus trovos son espirituales y, en ocasiones, se asemeja a los poetas de Arte Real de la Edad Media, brotando el amor cortés en sus décimas y quintillas.

Andrés escribía principalmente en cartones de tabaco lo que ha originado la desaparición documental de la mayor parte de su obra, aunque en los últimos años de su etapa literaria solía grabar sus trovos en cintas de casete.

En el año 1998, diez después de su muerte, recibió un importante homenaje de la población de Balsapintada haciéndolo entrega a sus familiares de una placa que reconocía la importante labor desempeñada por Andrés Pedreño en la difusión de las tradiciones y la cultura de su pueblo.

Agradecimientos especiales a Loli Pedreño.

Antigua casa de Andrés Pedreño [Fuente Álamo_Balsapintada]
Antigua casa de Andrés Pedreño